El Real Madrid ha confirmado el regreso de Carlos Henrique Casemiro para la próxima temporada, a través de un comunicado oficial. El brasileño, un año cedido en el Oporto, vuelve a la disciplina blanca más curtido y a cambio de 7,5 millones de euros. Pero el retorno del ex del Sao Paulo supone también que uno de los mayores talentos de La Fábrica, Álvaro Medrán, esté en el alambre. A prior sin sitio en el primer equipo, con 21 años ya, no parece que su futuro apunte al Castilla.
La historia del joven Álvaro Medrán en el Real Madrid siempre ha tenido un factor común determinado: ha pasado de puntillas por cada una de las categorías en las que ha jugado. Al mal tiempo, buena cara. Nunca dejó de trabajar para cumplir su sueño, sueño que ha tocado con la yema de los dedos. Ha tenido el primer equipo muy cerca (de hecho Ancelotti anunció su entrada como miembro de pleno derecho en su plantilla tras la primera lesión de Luka Modric, aunque nunca le utilizó más que de relleno), pero habrá que ver si finalmente lo consigue.
El jugador nacido en Dos Torres (Córdoba) llegó al Real Madrid en la categoría Juvenil B. Para él, madridista desde siempre, llegar al Real Madrid fue un sueño. Pero también fue el recompensa a una vida de sacrificio y trabajo. No sólo realizado por él, también por sus familiares y amigos que siempre confiaron en sus posibilidades sin mostrar un ápice de duda.
Su primera temporada en el Real Madrid (2011-2012) ya sirvió para demostrar su calidad. Le convirtieron en titular indiscutible los golazos que convirtió -tres de ellos desde el medio del campo, uno con la derecha, dos con la izquierda- además del trabajo duro. Únicamente tuvo dos ausencias en la fase regular. Se saldaron por derrotas ambas (Alcorcón 3 – Real Madrid 1 y CD Juventus 1 – Real Madrid 0).
Ese año tuvo una situación excepcional: el Juvenil A no estaba tenido el éxito suficiente. Se subió a José Rodríguez y Cristian Benavente para intentar corregir el problema. Pero no hubo fortuna y finalmente terminó el División de Honor blanco en tercera posición en Liga y eliminado a la primera de cambio de la Copa del Rey Juvenil por el Tenerife. Medrán se mantuvo en el Juvenil B y aprovechó para convertirse en el jugador más importante en la plantilla. Y lo consiguió en gran medida. La cantidad de goles a favor marcó de una manera muy notable. De hecho el equipo llegó a conseguir en ese período un 8 a 0 y un 7 a 0.
En su segunda temporada (2012-2013) ascendió al Juvenil A. Con la experiencia del año anterior ya fue todo coser y cantar. El fichaje del alicantino Lucas Torró no le amedrentó en absoluto. Era una apuesta de la casa pero logró colocarse por delante de él y ser titular. Debido a la mala situación de un Real Madrid C que estaba ‘coqueteando’ con el descenso, Manolo Díaz decidió tirar de Medrán y le subió a su equipo. Le hizo debutar como titular ante el Salamanca (en El Helmántico) y fue de los más destacados. Estaba naciendo una estrella. Y lo hacía sin protestar ni armar jaleos. Únicamente con su trabajo. Se reafirmó cuando la semana siguiente, ya en Valdebebas, marcó ante el Marino con el segundo filial. De ahí ya no le movió nadie. Sin embargo, tuvo la mala fortuna de sufrir un esguince de tobillo en las semifinales de la Copa del Rey Juvenil ante el Levante, lo que le privó de disputar la final así como de acudir al Mundial Sub-19, para que el había sido convocado. Lucas Torró ocupó su lugar. Durante esa temporada, el Chelsea le siguió muy de cerca. Pero Álvaro quiso reafirmar su compromiso con el club blanco renovando hasta 2017.
Llegó su tercera temporada (2013-2014) convertido ya en profesional de pleno derecho. Estuvo muy cerca de subir al Castilla -por rendimiento pasado hubiera sido lo justo- pero Alberto Toril decidió que prefería contar con Lucas Torró y que Álvaro continuara con su formación de manera continua un peldaño por debajo, por lo que el jugador cordobés se mantuvo en el Real Madrid C. Había trabajado muchísimo y sabía que si seguía haciéndolo de la misma manera llegarían los premios. Completaría un extraordinario año con el Real Madrid C, y volvió a demostrar que es un experto marcando golazos, y hasta volvió a marcar desde el centro del campo.
Pudo además formar parte de una convocatoria del primer equipo. Viajó con los blancos a Anoeta, aunque no pudo llegar a sentarse en el banquillo pues fue uno de los descartes de Carlo Ancelotti. Pero a pesar de ello, había dado un paso de gigante. También tuvo minutos con el Real Madrid Castilla. De nuevo José Manuel Díaz, tras la marcha de Toril, decidió apostar por él y le dio nueve partidos en total. Muy importante fue el penúltimo de los disputados -ante el Sabadell-, en el que marcó dos goles y posibilitó la remontada del Castilla. Esa victoria hizo que el Castilla dependiera matemáticamente de si mismo.
En la última temporada disputada -y cuarta de Álvaro (2014-2015)- ascendió al Real Madrid Castilla, que contaba con un nuevo entrenador, Zinedine Zidane. Si bien el equipo tuvo un inicio regular, Medrán se echó el equipo a las espaldas y otorgó multitud de puntos a su equipo. Tanto que Carlo Ancelotti, quien ya le conocía de la convocatoria ante la Real Sociedad y la pretemporada disputada, decidió incorporarle a la disciplina del primer equipo tras la lesión de Luka Modric. Aunque su equipo fuera el Real Madrid Castilla. Ello permitió que consiguiera grandes gestas con los ‘mayores’. Pudo debutar como visitante ante el Levante. Sin embargo, también pisaría el Santiago Bernabéu. Lo hizo ante el Rayo Vallecano, Cornellá -partido de Copa del Rey- y Ludogorets. El último un partido de Champions en el que además pudo marcar un gol. Algunos dicen que tuvo suerte en su disparo, y es posible, pero el fútbol fue justo con él. Le había privado de muchas cosas y le recompensó por ello. La suerte sólo la tienen aquellos que optan y trabajan por tenerla. El otro partido que disputó fue la ida de los dieciseisavos de final ante la Copa del Rey, ante el Cornellá. Además, participó en multitud de convocatorias del equipo blanco, y hasta formó parte de la plantilla campeona del Mundialito de Clubes.
Con el Castilla tuvo una gran primera vuelta. Pero la alternancia con el primer equipo le hizo perder cierta dinámica con el equipo. Incluso demostró que formaba una dupla de miedo con el nuevo fichaje del Castilla, Ødegaard, ante el Barakaldo y Leioa. Sin embargo, tras el encuentro ante el Leioa, Zidane dejó de contar con él de manera tan asidua y fue relegado al banquillo. Más tarde llegaría la mala noticia. Una lesión del peroné le hizo perderse el resto de temporadas.
Aún a día de hoy -y está previsto que el den el alta mañana, 6 de junio-, Álvaro sigue trabajando en Valdebebas para recuperarse de la lesión. Tras ello tendrá unas merecidas vacaciones tras un año muy bonito pero a la vez muy duro. Puede que tras su marcha sea la última vez que pise Valdebebas. Otro año en Segunda División B podría ser perjudicial para su carrera. Deberá decidir si seguir otro año más o probar fortuna fuera. Lo que si está claro es que de salir, lo hará con el deseo en el corazón de volver a la casa blanca y poder triunfar en ella.
Vídeo: Lo mejor de Álvaro Medrán en la temporada 2014-2015