La noticia estaba cantada al término del curso. El jugador que probablemente hiciera mejor temporada con el Castilla -o al menos el más regular- apuntaba a un destino distinto de la Segunda División B. Si el Castilla hubiera logrado el ascenso quizá hubiese continuado vinculado a la casa y militado de nuevo en Segunda: una categoría que no es nueva para él y donde ya supo mostrar su calidad. Pero el equipo de Zidane no logró el objetivo y al segundo capitán del Castilla le tocó hacer la maleta, aunque para un destino bastante cercano: el Rayo. Sin embargo, es un viaje de ida y vuelta, y de ello es muy consciente.
Ahora marcha, el año que viene volverá al término de su cesión. Una cesión que será muy provechosa para las tres partes: el conjunto vallecano tendrá a un gran central en sus filas, el Real Madrid permitirá que continúe la formación de un canterano muy valorado dentro del club pero que actualmente no dispone de sitio, y por último, el sujeto activo: el futbolista de Leganés podrá demostrar lo que vale y reclamar el año próximo un hueco en la plantilla del equipo en el que se ha formado desde que era un benjamín.
La vida de Diego Llorente dentro del club tuvo éxitos y decepciones, como toda vida deportiva. Empezó en el Benjamín A, y ya con esa edad fue nombrado capitán. Su gran madridismo, respeto a los valores, y por supuesto, su nivel futbolístico hicieron que se convirtiera en un fijo que ascendía con paso firme. No se saltaba equipos a diferencia de otros compañeros que en el momento parecían más prometedores. Además siempre mostró su madridismo sin tapujos y sin esconderse. Lo que en una ocasión le supuso muchas criticas por un par de tweet polémicos que publicó como juvenil y una reprimenda por parte del club. Pero así es su carácter, no se esconde.
Su convocatoria fue debida al gran entrenamiento que hizo en la jornada de puertas abiertas y que llamó la atención a todo un José Mourinho que creyó en él. No pudo salir al terreno de juego pues el partido se puso cuesta arriba muy pronto y con sólo dos cambios. Lo mismo sucedió en su segunda convocatoria ante el Espanyol. Si bien viajó la plantilla al completo, la mayoría fue a la grada y él al banquillo. Pero se repitió la historia, las cosas no salieron como debía, la tempranera lesión de Varane le dejó otra vez sin la posibilidad de debutar. Dicen que a la tercera va la vencida, y en este caso fue cierto: el entrenador portugués sabía que merecía debutar así que lo llevó en la última convocatoria de la temporada 2012-2013 -ante Osasuna- y le dejó participar en los minutos finales tras sustituir a Arbeloa. Cumplía un sueño que había compartido meses antes con Virginia Díaz en el programa de La Fábrica: debutar con el primer equipo en el Santiago Bernabéu.
En liga fue convocado ante el Villarreal (partido de ida como visitante en el que debutó Gareth Bale con el Real Madrid), Valladolid (tanto en la ida como en la vuelta), Valencia (visitante) y Almería (local). Únicamente tuvo minutos ante el Almería en el Santiago Bernabéu. Justo premio a una gran temporada. También estuvo muy cerca de salir ante el Valladolid, pero por el motivo que fuere, Ancelotti sólo hizo dos cambios en ese partido y Diego se quedó en el banquillo.
Su tercera temporada como profesional repitió con el Real Madrid Castilla, esta vez como segundo capitán. Ya hicimos un enorme artículo sobre la misma al que remitimos para todo aquel que quiera saber más y desee ver los vídeos de los encuentros en que participó. Únicamente daremos los detalles básicos: fue segundo capitán del conjunto castillista y uno de los mejores activos del equipo así como el central más utilizado por Zinedine Zidane. Tuvo el premio de viajar con el primer equipo en la gira de pretemporada disputando un amistoso ante el Inter de Milán y la Roma. También disputó un tercer amistoso ante el Milán al comienzo del año 2015. Y un encuentro oficial en Copa del Rey ante el Cornellá. Participó en tres convocatorias más aunque no tuvo minutos con los mayores: Levante (visitante), Atlético de Madrid (visitante) y Almería (local). Ha tenido de nuevo un par de sustos y problemas con las lesiones pero se ha recuperado de todos ellos y ha vuelto al campo con la mejor forma que nunca. Por último, decir que 2015 ha sido su año más goleador desde que es futbolista profesional con tres goles. Para terminar este profundo repaso por su trayectoria deportiva profesional, dos vídeos finales. Uno de sus mejores acciones en el presente curso. Y el otro, un vídeo que repasa su trayectoria con el Real Madrid, para todo aquél que quiera saber aún más cosas del defensa blanco que acaba de partir como cedido al conjunto vallecano.
Con tanto trabajo de por medio -y tan bien realizado- queda clara una cosa: Diego Llorente va a pelear con las mismas ganas que le caracterizan este año en Primera División. Habrá que seguir su evolución en el Rayo Vallecano, por el momento, todo parece indicar a que será una cesión que le vendrá muy bien y en la que será protagonista. Además puede crecer mucho con Paco Jémez. El año que viene el club analizará su progresión y si ha desarrollado notablemente sus cualidades futbolísticas, es más que posible que cumpla su sueño desde que es un benjamín: formar parte de la plantilla del primer equipo.