Gareth Bale, durante la pretemporada 2017
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El Chelsea quiere fichar a Gareth Bale y quiere hacerlo ya, cuanto antes. El equipo inglés se ha lanzado de cabeza a por el futbolista galés del Real Madrid, más aún desde que la operación Morata llegara a buen puerto. La dirección empresarial del Chelsea y los pesos pesados del conjunto blanco mantienen una magnífica sintonía y los Blues están intentando alcanzar un acuerdo para hacerse con Bale, el último galáctico fichado por Florentino Pérez.

«No puedo comprarte porque no hablas», le dijo Jose Mourinho, entrenador del Manchester United, a Bale el pasado domingo, en la previa del primer amistoso de pretemporada del Real Madrid. Lo que a algunos pareció una banderilla de fuego para que el galés se animase a cambiar de aires no era tal, sino una súplica: Mourinho, que conserva muy buenos amigos tanto en el Chelsea como en el Real Madrid, conoce de primera mano las negociaciones del equipo londinense y el blanco, y se lamentaba de no poder entrar en la puja debido al silencio de Bale: las relaciones entre mancunianos y madrileños están tan deterioradas en los últimos tiempos que sin una exposición pública del galés, Woodward y los suyos no moverán una pestaña.

Que el Chelsea quiera a Bale no quiere decir que la operación vaya a cerrarse, ni mucho menos. Existe una negociación abierta debido a varios factores: uno, que el Real Madrid tiene muy avanzadas las negociaciones para fichar a Kylian Mbappé, y el francés exige jugar muchísimos minutos. Dos, que Zidane ha dicho que si hay que desprenderse de alguna letra de la BBC, la que le sobra es la B de Bale. Y tres, que pese a que Florentino Pérez, presidente blanco, es partidario de la continuidad de Bale, parte de sus personas de confianza consideran que el crédito del galés está en el límite, tras no haber roto en el futbolista que el madridismo esperaba, en el líder del proyecto. A ellos se añade que el Chelsea necesita perentoriamente reforzarse en las bandas para poder competir en Champions, y Bale ocuparía el lugar que más chirría en su once inicial: el que ocupa el ex del Barça Pedro.

No hay cifras de la operación, ni conversaciones avanzadas, ni siquiera Bale ha matriculado a su prole en un colegio de Londres o ha puesto a la venta su casa de Madrid. Simplemente hay un contacto, una negociación abierta, un tintineo en la campanilla. Pero el Chelsea quiere a Bale y lo quiere ya.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.