Historias de la Supercopa: la guerra de los Reales

La primera Supercopa de España, en 1982, deparó un enfrentamiento entre Real Sociedad y Real Madrid con incidentes incidentes de público, tres expulsados madridistas y derrota blanca

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Trofeo de la Supercopa de España
La Supercopa de España comenzó con la Guerra de los Reales
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Aunque Real Madrid y Barcelona disputaron un amistoso hace unos días en suelo estadounidense, es con El Clásico de hoy cuando verdaderamente se inaugura oficialmente la temporada futbolística en nuestro país. La Supercopa de España es un título creado en 1982 que reúne al comienzo de la temporada al Campeón de Liga y de Copa del año anterior para dirimir, en teoría, cual es el mejor equipo español. En este reportaje veremos cómo fue su creación, los torneos que lo precedieron y los momentos mas destacables del Real Madrid en esta competición.

Estamos en Julio de 1982, hace apenas 10 días que Italia, con un exultante Sandro Pertini en el palco del Bernabéu, ha derrotado a Alemania y se ha alzado con su tercer Campeonato del Mundo. El papel de la selección española es decepcionante: en la fase de grupos empata ante Honduras, vence de aquella manera a Yugoslavia y pierde con Irlanda del Norte, mientras que en la segunda fase cae ante Alemania y empata ante Inglaterra. Un gran conjunto de buenos jugadores que nunca llegaron a acoplarse y al que les pesaron la responsabilidad y los nervios. Con estos mimbres, la Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol llegaba en un momento tenso. La imagen publica de Pablo Porta, presidente, está bajo mínimos. Gran culpa de ello es la campaña que el periodista Jose María García le viene haciendo desde 1979 en los micrófonos de su programa nocturno. Aquel «Pablo, Pablito, Pablete» se hizo famoso para una generación de españoles. Sin embargo para los clubes y sus presidentes, que al fin y al cabo son los que votaban en la Federación, Porta no es el diablo que pinta García y en las reuniones previas a la Asamblea estos le transmiten su confianza. El mas vehemente de todo ellos es José Luis Núñez, presidente del Barcelona, quien llega a decir en la reunión, ante las insinuaciones de una posible dimisión de Porta: «Pablo, no solo queremos que sigas; es que por nada del mundo te dejaríamos marchar».

La Asamblea es finalmente un paseo militar para Porta que se tradujo en una votación de 148 votos a favor y 2 en contra. El Real Madrid, representado por el gerente Manuel Fernández Trigo, también vota a favor pese a que en aquellos años el club madridista estaba enfrentado con la Federación, dándose el caso varias veces de no asistir a las reuniones oficiales. En la maratoniana Asamblea también se hablo de lo que nos ocupa en este reportaje. El creador de la idea y ponente de la misma fue José Luis Núñez. El motivo que expuso para la creación del torneo fue básicamente uno: dinero. Éste llegaría de la mano de más partidos, más competiciones y por ende más gente asistiendo a los estadios. Hay que recordar que en aquellos años no existía el dinero que hoy en día dan en abundancia las televisiones, el marketing o la publicidad en camisetas. Los ingresos se circunscribían en las cuotas de los socios, el billetaje de los partidos o la parte proporcional de las quinielas. Para acompañar la Supercopa también Núñez propuso la creación de la «Copa de la Liga», que consistió en otro torneo eliminatorio a ida y vuelta que se disputaría al finalizar la Liga y que tendría como premio que el Campeón de la misma accediera directamente a un puesto en la Copa de la UEFA, cosa esta rara puesto que en Inglaterra existía idéntica competición y la UEFA no permitía que nadie accediera a sus torneos desde ella. Aunque surgieron dudas en algunos asambleístas sobre estas competiciones, se dudaba sobre el interés que podía tener en el aficionado y por tanto que no asistiera, finalmente se aprobó la creación de ambos torneos.

Y una vez aprobada la creación de la Supercopa por la Federación saltaba la pregunta, ¿existía algún precedente similar?, ¿a nadie se le había ocurrido crear este torneo antes? La respuesta es si, aunque con matices. La creación de un torneo dotado de oficialidad dependía de la propia Federación y los orígenes de este torneo no lo tenían. La primera vez que se enfrentaron de manera conocida los Campeones de Liga y Copa fue en septiembre de 1940. La confrontación fue a doble partido entre el Athlétic Aviación Club, el actual Atlético de Madrid y Campeón de Liga, y el Español (con eñe), que había vencido la Copa al derrotar 3-2 en la final al Real Madrid. El partido esta considerado como un amistoso ya que no fue organizado por la propia Federación. En la ida, en el viejo estadio españolista de Sarriá, ambos equipos empataron a 3, mientras que en la vuelta, en el estadio de Vallecas (el Metropolitano rojiblanco estaba inutilizable tras las batallas de la Ciudad Universitaria en la Guerra Civil) el Athletic goleó 7-1 al Español. A ambos partidos se le denomino Copa de Campeones.

Para el siguiente precedente avanzamos hacia Diciembre de 1945. A iniciativa del Cónsul Argentino en Barcelona y auspiciada por la Federación Catalana de Fútbol se jugó en Barcelona, en el viejo Les Corts, un único partido entre los ganadores de Liga y Copa del curso anterior: Barcelona y Athletic de Bilbao. El partido se denomino «Copa de Oro Argentina» y reunió gran expectación en torno al mismo. El partido y el resultado, 5-4 para los catalanes, sirvió para que la Federación Española auspiciara un torneo oficial y similar a partir de de septiembre de 1947 bajo el nombre de «Copa Eva Duarte».

Este nuevo Trofeo tuvo una corta vida, apenas 7 ediciones, y llevaba dicho nombre debido a que la Copa de plata en disputa era una donación del conjunto argentino del San Lorenzo de Almagro, durante su gira por España, y traída por María Eva Duarte de Perón, esposa del Presidente de la República Argentina, Juan Domingo Perón. En el transcurso del verano de 1947, ésta realizo un gira por España en la cual Argentina prestó ayuda a España, tanto económica como alimenticia, e intercedió en el aislamiento que sufría el Régimen tras la Guerra Civil. Como homenaje, la Federación, seguramente a indicaciones de las altas esferas del Gobierno, decidió nombrar el trofeo con su nombre.

Ipiña
Ipiña recibe el trofeo de la única Copa Eva Duarte ganada por el Real Madrid

Pese a que la primera edición la jugarían los campeones de Liga y Copa de la temporada 1946-47, Valencia y Real Madrid, la final se jugó el 13 de Junio de 1948. Esta se disputó a partido único en el Nuevo Chamartín, el actual Bernabéu aún si bautizar, y donde el Real Madrid gano 3-1 al conjunto Che. Por el Real Madrid jugaron aquella tarde Hilario, Azcárate, Corona, Ortiz, Navarro, Ipiña, Macala, Alonso, Pachichu, Montalvo y Alsúa. Segui adelanto al Valencia en la primera parte, mientras que Macala empató al comienzo de la segunda. El partido fue a la prorroga donde Montalvo y Alonso dieron la victoria y por ende el título al equipo madridista. El trofeo fue entregado por el Embajador de Argentina al capitán blanco, Ipiña. El Madrid estrenaba el palmarés de este trofeo, pero por desgracia sería el primero y único titulo en esta competición dado que en las siguientes temporadas la ausencia de títulos del club blanco propició que no pudiera jugarse este trofeo.

Los siguientes cuatro títulos se los repartirian entre el Barcelona (1-0 al Sevilla en Mestalla); el Valencia (7-4 al Barcelona en el Metropolitano); el Athletic de Bilbao (5-5 al Atlético de Madrid y 2-0 en el partido de desempate, ambos en Chamartín) y el Atlético de Madrid (2-0 al Barcelona en Chamartín). Las dos siguientes, y últimas ediciones, se las adjudicó el Barcelona sin rival, tras realizar 2 años seguidos el doblete Liga y Copa. Tras la muerte de Eva Perón el Trofeo dejo de celebrarse.

Volvemos a 1982. La temporada se presenta con grandes novedades. Vuelve a la casa blanca el mejor jugador de la historia, don Alfredo di Stéfano, pero en este caso como entrenador. En el césped también nuevas caras: Juan Jose, Bonet, Metgod y Acosta, entre otros, se presentaban junto al argentino. Y todos ellos vestidos con la nueva camiseta que por primera vez en la historia contenía una marca publicitaria en el pecho: la casa de electrodomésticos Zanussi. La temporada liguera no comienza de manera espectacular pero sí lo suficientemente bien como para plantarse, antes de la ida de la Supercopa, como líder en el Campeonato Liguero y haber pasado la primera ronda de la Recopa. Fuera de casa se empata 2-2 en Valladolid, ambos goles de Stielike; se vence por la minima en La Romareda y se empata 1-1 en Sarriá; en Chamartin se derrota 1-0 al Sevilla, 3-1 al Atlético de Madrid y 1-0 al Malaga. En la Recopa se elimina al modesto Baira Mare con 0-0 en Rumanía y 5-2 en el Bernabéu.

DI STÉFANO (1982)

«Al Madrid le interesa conquistar todos los títulos en los torneos que participe, aunque sean amistosos»

La final de la Supercopa se programa a ida y vuelta pero con mas de dos meses de diferencia: la ida se juega el 13 de octubre en Chamartín, mientras que la vuelta será el 28 de diciembre. La Real Sociedad juega como Campeón de Liga mientras que el Real Madrid lo hace tras ganar la Copa en la famosa «Final de la Pulmonía» disputada en el nuevo Jose Zorilla de Valladolid ante el Sporting de Gijón. El partido de ida llega en un momento clave para la entidad, apenas 3 días antes Luis De Carlos ha obtenido la victoria en las elecciones a la presidencia del Real Madrid, en las cuales apenas votan 20.000 socios, derrotando a Ramón Mendoza, por 3.000 votos de diferencia. Éste declarará esa misma noche que no volverá a presentarse a las elecciones, cosa que obviamente seria incierta en el futuro.

Llega el partido de ida y Don Alfredo en una entrevista previa deja clara su filosofía para los partidos, pese a lo apretado del calendario:

– Así esta establecido el calendario y asi hay que aceptarlo. Por tanto, a seguir luchando y trabajando en todos los frentes sin desfallecer.
– ¿Le interesa al Madrid este titulo?
– ¿La Supercopa?
– Si.
– Al Madrid le interesa conquistar todos los títulos en los torneos que participe, aunque sean amistosos.

Arconada y Santillana
Arconada recibe de Santillana una placa con motivo de la visita donostiarra

A las 21:00, con apenas media entrada de publico y sin televisión, algo que puede sonar raro a las nuevas generaciones, saltan al césped ambos equipos. Di Stéfano saca de inicio a Agustin, Juan José, Metgod, Bonet, Camacho; Gallego (Fraile 83′), Ángel, Stielike; Juanito, Santillana e Ito (Isidro 45′); mientras que Alberto Ormaetxea lo hace con Arconada; Murillo (Diego 12’), Cortabarria, Gorriz, Olaizola; Celayeta, Zubillaga, Zamora; Uralde, (Baquero 76’) Satrustegui y Lopez Ufarte.

El partido en si, en cuanto a fútbol, poco recuerdos dejó. Un enfrenamiento triste y gris que se caracterizó por ser un encuentro duro y en el cual el colegiado catalán Enríquez Negreira dio todo un festival tarjetero: 12 amarillas y 1 roja: sacó tarjetas que no eran y dejó otras sin sacar que sí lo eran. Para colmo local, sacó un penalti realizado a Bonet fuera del área y perjudicó a los visitantes sancionando como falta una jugada que propicio el gol de Metgod, quien saltó a rematar de forma poco ortodoxa. Los jugadores tampoco ayudaron, la Real se atrincheró atrás y el Madrid tampoco supo como contrarrestarlo.

Juanito y Enríquez Negreira
Juanito discute con el árbitro, Enríquez Negreira, antes de ser expulsado

Las entradas se sucedieron y en el minuto 22, el temperamento de Juanito volvió a perderle: en apenas un minuto el colegio le enseño sendas tarjetas amarillas, y por ende la roja, por protestar la señalización de una falta. Ni siquiera con ventaja numérica el conjunto vasco intentó ir al ataque y se conformó con aguantar el resultado. El único gol del partido llegó en una inexistente falta que Metgod cabeceo a un minuto del descanso y que a la postre dio la victoria por la mínima al conjunto blanco. Además de Juanito, Gallego, Stielike, Angel, Juan José, Zamora, Olaizola, Uralde, Cortabarria, Celayeta y Gorriz fueron el resto de jugadores amonestados.

En vestuarios hubo opiniones para todos los gustos: Juanito dijo que era el peor arbitraje que había conocido jugando en el Madrid; Gallego se inclinaba porque el arbitro estaba deseando dar la nota; mientras que Di Stéfano llamo al trencilla Billy el Niño por lo bien que ‘disparó’ las tarjetas y por distribuirlas entre todos. También dejo otra puya para la Prensa al ser preguntado por el juego de su equipo: «El esfuerzo ha sido terrible. Hemos jugado muy bien, pero ustedes escriban lo que quieran». Por parte realista, Ormaetxea no opinaba del arbitro y señalaba el lanzamiento continuado de objetos a Arconada como algo habitual en el estadio; Zamora habló de persecución arbitral a López Ufarte, al que no dejó jugar ,y Satrustegui reconocía cierta dureza por ambos bandos aunque veía excesivo el saldo tarjetero. Por su parte el colegiado, en aquellos años solían hablar al término del encuentro, consideró necesarias tantas tarjetas y reconoció que expulso a Juanito por que éste, ademas de protestar, echo en cara al colegiado un penalti pitado a la Real en Santander en un anterior partido liguero.

En plenas fiestas navideñas llego el partido de vuelta en Atocha. Éste era un campo antiguo, muy al viejo estilo inglés y con unas gradas muy pegadas al terreno de juego, pero por desgracia un estadio con bastantes carencias que debían ser subsanadas puesto que le hacían ser un campo incomodo para los nuevos tiempos. Tantos eran los problemas que presentaba que incluso le impidieron ser sede mundialista en el último verano. Sin embargo las incomodidades no retraían al publico de ir al estadio y éste presentó un lleno para la vuelta. Ormaetxea salio de inicio aquella noche con Arconada, Murillo (Beriguistain 76′), Gorriz, Gajate, Celayeta, Diego (Suquia 61′), Larrañaga, Orbegozo, Bakero, Uralde y Lopez Ufarte, mientras que Di Stéfano lo hizo con Agustin, Juan José. Metgod, Bonet, Camacho, Gallego, Fraile, Angel, Portugal (San José 61′), Pineda (Salguero 83′) e Isidro. Si en la ida la bronca brilló en detrimento del futbol, en el partido de vuelta se triplicó. Desde el calentamiento, las gradas de Atocha estuvieron lanzando todo tipos de objetos a la meta defendida por Agustín, actos que continuaron durante todo el partido llegando incluso a tener que ser atendido por el doctor blanco cuando los objetos (tuercas, tornillos, mecheros, etc..) alcanzaron el objetivo. Isidro igualmente tuvo dificultades incluso para poder sacar los córners y el delegado de campo realista fue advertido hasta cuatro veces por el arbitro, quien paró el juego en varias ocasiones, por este hecho.

Tornillos
Tornillería varia recogida durante la batalla de Atocha

El aragonés Pes Pérez tampoco supo cortar el juego duro y arbitró con disparidad de criterios. Expulso a Juan José a los 21 minutos de partido por un intercambio de golpes con López Ufarte, a quien ni siquiera le enseñó tarjeta, y propició que el partido se rompiera. El Madrid, lastrado tambien por las bajas de Stielike, Juanito y Santillana, se dedicó a contener el juego realista quien como en la ida, con un jugador más, si se lanzó esta vez al ataque aunque con poco peligro. El Madrid logró aguantar hasta el comienzo de la segunda parte, donde en un barullo en el área Uralde adelantaba a la Real e igualaba la eliminatoria. Mediado este tiempo, Ángel daba un patada sin balon a Larrañaga y el Madrid quedaba con 9 jugadores en el campo. Pese a ello, y ayudado por Agustin y la defensa, logró contener los ataques realistas y llegar a la prorroga. En ella, nada más empezar, López Ufarte marcaba el segundo gol para los blanquiazules que practicamente senteciaba el partido. El Madrid, con todo perdido, se lanzó al ataque pese a tener dos hombres menos lo que aprovecho la Real para marcar dos goles mas, Uralde y Salguero en propia puerta, dejando el definitivo marcador en 4-0 para el conjunto local. El Madrid jugó los ultimos minutos lastrado por la lesion de Isidro y ni siquiera marcó de penalti, ya que Arconada desvió a corner el lanzamiento de Metgod al final del partido. Pablo Porta al final del encuentro entrego al capitan realista, Arconada, el trofeo ganador.

Arconada
Arconada levanta el trofeo de la primera Supercopa

En la caseta, como en la ida, hubo declaraciones de todo tipo: Di Stéfano, irónicamente, felicitaba al publico de Atocha y ya en serio a sus jugadores por haber luchado siendo nueve, a la vez que reconocía que era mejor no hablar porque le podía perjudicar; Ángel lamentaba que era más fácil hablar con un ministro que con un árbitro, mientras que Pes Pérez declaraba que el ambiente fuerte de la grada se traslado al césped. Por parte realista, pocas declaraciones hubo mas allá de la felicidad por el titulo conquistado. Los incidentes de la grada no pasaron desapercibidos y el estadio de Atocha fue clausurado por un partido, que jugaron los realistas en San Mamés contra el Sporting.

Acta del colegiado sobre los incidentes de Atocha
Acta del colegiado sobre los incidentes de Atocha

Las declaraciones asimismo también continuaron: Agustín reconoció que pidió un casco a la policía y que ésta le dijo que no tenía, mientras que Luis de Carlos confirmó que no fue a San Sebastián para no encrespar los ánimos y que sabía que iba a ser una encerrona, al mismo tiempo que indicaba que todo esto no pasaría si el Madrid no fuera líder.

Como primera edición del Torneo, el doble enfrenamiento entre los Reales es recordado por todo lo extradeportivo mas que por lo reflejado sobre el césped. Triste final para una eliminatoria que prometía mucho por la calidad de ambos equipos. El Madrid no volvería a jugar es esta competición hasta Septiembre de 1988 pese a que gano las ligas de 1986 y 1987, pero ésta es otra historia que veremos en una próxima entrega.

Fotografías: La hoja del lunes, Diario AS y revista oficial del Real Madrid