Historias de la Supercopa: A palos con el Barça

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Supercopa 1988
Lanzamiento de objetos en el Camp Nou
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Tras ‘La Batalla de Atocha’ y la ‘Guerra de los Reales’ vista en el capítulo anterior vamos a seguir recordando los mejores momentos del Real Madrid en la Supercopa a lo largo de las las decadas de los 80 y 90.

Desde la temporada 82-83, la de los cinco subcampeonatos, el Real Madrid entra en una serie de años sin victorias, por lo que no tenía acceso a disputar este titulo. No sería hasta la llegada de Ramón Mendoza a la presidencia del Real Madrid donde retornaría victorioso en el Campeonato de Liga en la temporada 85-86. Los fichajes de Maceda, Gordillo y Hugo Sánchez, unidos a la irrupción de la Quinta del Buitre, dieron un quinquenio glorioso en cuanto a títulos nacionales. Sin embargo las dos Supercopas referentes a las temporadas 85-86 y 86-87 no se llegaron a disputar debido a que ni Real Madrid ni Zaragoza como vencedor de la Copa en 1986, ni Real Sociedad como vencedor de la edición de 1987, se pusieron en ambas ocasiones de acuerdo en las fechas para jugar los partidos. Parece extraño hoy en día, pero por aquel entonces las fechas se podían pactar entre los clubes y se jugaba si ambos estaban de acuerdo. En estas ediciones, por distintas circunstancias, no se llegaron a poner de acuerdo, por lo cual en ambas ocasiones el palmarés quedó desierto.

Finalmente, al acabar la temporada 87-88, tras el tercer titulo de Liga consecutivo para el Madrid, sí se alcanzó un acuerdo de fechas junto al Barcelona, vencedor de la Copa del Rey ante la Real Sociedad en aquella temporada. En esta edición se decidió jugar ambos partidos al final del mes de septiembre. La ida se fijo para el día 21, con la Liga apenas comenzada. Ésta llevaba tres jornadas de Liga en las cuales el Madrid había empatado las 3 veces a 2 ante Osasuna, Sporting de Gijón y Real Sociedad, y por sorprendente que parezca la prensa ya empezaba a deslizar que una derrota ante el Barcelona podía meter al conjunto entrenado por Leo Beenhakker en crisis. Ver para creer. Para darle un poco mas de morbo al partido, el gran fichaje de ese curso en el Madrid, el alemán Bernd Schuster, se enfrentaría por primera vez a los hasta hace poco compañeros.

La Prensa recogió con alborozo el 2-0 de la ida

Beenhakker salio de inicio aquella noche con Buyo, Solana, Tendillo, Sanchis, Esteban, Michel, Schuster, Gallego, Martin Vazquez (Gordillo 65’), Butragueño (Paco Llorente 76’) y Hugo Sanchez; mientras que Johan Cruyff lo hizo con Zubizarreta, Lopez Recarte, Alexanco, Milla, Julio Alberto (Urbano 45’), Carrasco (Eusebio 68’), Roberto, Baquero, Soler, Julio Salinas y Beriguistain. El Madrid por fin ganó, para alegría de los aficionados y tristeza de la prensa, ante un Barcelona apático que apenas dio trabajo al marco defendido por Buyo. Buen juego, ocasiones variadas y una sensación que flotaba en el ambiente en la cual el Madrid volvía a ser el habitual de esos años. Un primer golazo de Michel al comienzo de la segunda parte y otro de Hugo en el ultimo tercio del partido encarrilaban el título. Tras el partido Cruyff reconocía estar decepcionado con el juego de su equipo ya que se había echado atrás durante el partido y concedió el balón al Madrid. Beenhakker por su parte pedía respeto para su equipo y atizaba a la prensa: «Entiendo la critica profesional, no el ambiente que se ha querido crear».

La vuelta, planificada para el día 29, empezó con una desgracia para la familia madridista: la madre de Leo Beenhakker fallecía en Amsterdam, a donde había viajado el míster tras tener noticia de la delicada situación de su estado. En la previa del partido, el segundo entrenador blanco, el histórico ex jugador y hombre de la casa Ramón Grosso, preparó el encuentro en previsión de que tuviera que sentarte como entrenador titular en el Camp Nou. Finalmente no fue así y el holandés viajo a Barcelona para dirigir a su equipo. El que también estaría presente en Barcelona seria Ramón Mendoza, quien hacia bastante tiempo que no se sentaba junto a Nuñez, y lo anunciaba a su manera a la vez que daba su opinión sobre el partido:

– ¿Que grado de importancia tiene para el club ganar esta Supercopa?
– Es un titulo y a todos nos hace mucha ilusión, pero ya se lo que va a pasar. Si ganamos estoy seguro que dirán que es un titulo devaluado y si perdemos que volvemos a la crisis mas profunda.
– ¿Va a estar en el palco del Camp Nou?
– Voy a ir al campo y me sentare donde me digan. Supongo que como estamos entre personas civilizadas, estaré en el palco.

XI en el Camp Nou
El once madridista en el Camp Nou en la Supercopa 1988

Saltó al césped el conjunto madridista en medio de una fenomenal bronca que le preparo la poco más de media entrada que había en el estadio. El Madrid presentó el mismo equipo que en la ida, mientras que el Barcelona lo hizo en esta ocasión con Zubizarreta, Urbano, Serna, Lopez Recarte, Roberto, Baquero, Eusebio, Soler (Lineker 45’), Carrasco (Milla 80’), Julio Salinas y Beriguistain.

Tampoco es que hubiera mucho ambiente de remontada en el aire, pero el poco que había se encargo de aplacarlo rápidamente Butragueño al primer cuarto de hora al rematar solo en el área un pase de Solana. El Barsa intento la heroica y poner cerco al marco de Buyo, quien encajó el gol del empate a un cabezazo de Baquero cerca del descanso. En la segunda parte continuó la misma tónica: un Barcelona que buscaba el gol y un Madrid que contenía a los locales y aprovechaba espacios para intentar matar el partido. En una de estas ocasiones, Pes Pérez no vio como Serna cortaba con la mano dentro del área un claro avance de Hugo Sanchez. El Madrid aguantó las embestidas del Barça hasta que este se puso con el 2-1, Baquero en un rechace Buyo a disparo de Roberto. En ese momento el Madrid se estiro hacia arriba para controlar el partido y evitar la prórroga, cosa que consiguió sin mayor problemas. Finalmente, y tras una final y otras dos no disputadas, el Real Madrid lograba hacerse con el titulo.

Supercopa 1988
Lanzamiento de objetos en el Camp Nou

El hoy tan en boga Ángel Maria Villar, hacía su primera entrega oficial de trofeos tras haber sido elegido presidente de la Federación un par de meses antes, a Ricardo Gallego, capitán madridista por aquel entonces. La alegría de los jugadores no se ocultó y se tradujo en dar una vuelta al campo con el trofeo conquistado. Esto no sentó bien a los aficionados locales, quienes ‘festejaron’ la vuelta con lanzamiento variados de objetos y pitos al conjunto madridista. A la retirada de vestuarios, mas bronca y mas lanzamientos de objetos que hizo que la policía tuviera que escoltar a los jugadores blancos. Parte de aquella vuelta se puede ver aquí.

Las consecuencias del lanzamiento de objetos se tradujeron en una brecha en la cabeza de Hugo Sánchez, que necesitó de varios puntos de sutura, y en el rostro de Agustín, que tuvo que hacer uso del hielo para otro objeto que le alcanzó en el pómulo. Desde Barcelona se intentaban justificar los incidentes dado que el publico estaba indignado por el presunto arbitraje parcial de Pes Perez y la ‘provocación’ madridista de querer dar la vuelta al estadio con el trofeo. Ricardo Gallego daba su opinión sobre la celebración:

– Mucho se ha hablado de la vuelta de honor que dio el Real Madrid al estadio Camp Nou. Tal y como estaban las cosas, ¿no hubiera sido más prudente abstenerse de festejar el triunfo sobre el propio césped?
– ¿Porque íbamos a dejar de hacerIo?. No fue una decisión premeditada. Es algo que se hace en todos los campos. Además, no sólo había seguidores azulgrana, también había madridistas en las gradas que tenían tanto derecho como nosotros a disfrutar de la victoria.

La temporada continuó y, pese a la ‘crisis’ inicial, el Real Madrid conquistó el doblete de Liga y Copa del Rey, algo que no conseguía desde la temporada 79-80. Esto se tradujo, según la normativa federativa de la época, en que el titulo de Supercopa se le asignara automáticamente, por lo cual no hubo partido alguno.

Grosso, Gento y Di Stéfano
Grosso, Gento y Di Stéfano

Para la 89-90, ya sin Beenhakker en el banquillo y con el gales JB Toshack, llegó otra Liga: la famosa ‘La quinta de la Quinta’. Aquella Liga del récord goleador y el Pichichi de Hugo Sánchez igualando el mítico registro de Telmo Zarra de 38 goles. Se intentó el doblete hasta el ultimo momento, pero un mal partido en Valencia en la final de Copa rompió el sueño. Para la temporada 90-91 se comenzó con el objetivo de un nuevo asalto al gran objetivo de estos años: la Séptima Copa de Europa y otra meta, ser el primer equipo en ganar la Liga por sexta vez consecutiva. Ni una ni otra cosa pudo ser. El Madrid naufragó en una temporada desastrosa que comenzó pronto a torcerse: Schuster acabo tarifando del club y se fue del mismo; Luis Milla, fichaje estrella que llegaba del Barcelona, se lesionaba gravemente en el verano; la llegada de Spasic fue una decepción… Las relaciones entre plantilla y entrenador tampoco eran buenas, el equipo y su fútbol se resintieron y pronto empezaron los problemas. Tras la derrota en noviembre en Valencia, la tercera en once jornadas, Mendoza opto por cesar a Toshack en un intento de reconducir la nave blanca. Para el relevo se decidió tirar de la experiencia y dar el timón a varios históricos exjugadores con un habitual de la casa. Alfredo Di Stéfano y Jose Antonio Camacho con la ayuda de Ramón Grosso. Tras dos victorias ante Betis y Valladolid llegaba el primer envite duro: la Supercopa ante el Barcelona.

En el mes de Diciembre, la ida el 5 en Barcelona y la vuelta el 12 en Madrid, se programó la final. Ambos equipos llegaban con buenos ánimos al encuentro: el Barça porque estaba líder y le sacaba cinco puntos al Madrid y estos porque veían que levantaban el vuelo y confiaban en dar la sorpresa en Barcelona. En los banquillos coincidieron dos de los mejores jugadores de la historia, Di Stéfano y Cruyff. Por el Real Madrid jugaron Buyo, Chendo, Spasic, Hierro, Solana, Michel (Hagi 86’), Aragon (Aldana 78’), Sanchis, Villarroya, Butragueño y Hugo Sanchez; y por el Barcelona, Zubizarreta, Lopez Recarte, Alex, Nando, Herrera, Eusebio, Amor, Soler, Carreras (Urbano 68’), Julio Salinas y Stoitchkov.

El partido discurrió en la primera parte por los cauces normales sin poco que reseñar, hasta el minuto 40 de partido. Chendo hizo una entrada al búlgaro Stoitchkov, que el vizcaíno Urizar Azpitarte no considero que fuera merecedora de tarjeta. La falta, pegada al banquillo azulgrana, hizo que Cruyff saltara como un resorte a protestar. Esto no gustó al árbitro, quien sacó amarilla al holandés. El publico se encrespó mientras que El Flaco siguió protestando hasta que Urizar le enseñó la cartulina roja. Arreció la bronca desde la grada y Stoitchkov recogió el testigo de las protestas ante Urizar para acabar de la misma manera que su entrenador: amarilla y finalmente roja, lo que motivó que el búlgaro antes de irse del terreno de juego diera un fuerte pisotón al colegiado, quien tuvo que ser atendido a causa del mismo. El escándalo estaba servido.

Hugo Sánchez
Hugo Sánchez acomodándose su masculinidad en el Camp Nou

El descanso no calmo los ánimos, que se encresparon más cuando al poco de comenzar el segundo tiempo Míchel, a pase de Butragueño, adelantaba al Madrid. El Barça no se amilanó, pero el Madrid se vio con la posibilidad de que esta fuera la primera victoria de La Quinta del Buitre allí y siguió luchando. Finalmente la obtuvo sin muchos problemas. La retirada de los jugadores se convirtió en otro lanzamiento al blanco con la policía cubriendo con escudos la retirada de los hombres de Di Stéfano, lanzamiento de bengalas, la policia cargando en la parte baja de tribuna y Hugo Sánchez tocándose la entrepierna, o como dijo el “acomodándose su masculinidad” en dirección a los aficionados de tribuna.

El post partido fue largo. Joan Gaspart, por aquel entonces vicepresidente del Barcelona, no se cortó:»(…) los jugadores del Madrid han venido aquí a provocar, la marcha de Hugo del campo me ha parecido asquerosa y no se puede consentir. El final ha sido bochornoso. (…) Lo mejor es que se lleven la Supercopa y ya está, así no habrá problemas», mientras que sugería llevar a los juveniles a jugar la vuelta; Cruyff por su parte decía que Urizar había venido a machacar al Barça y que protestó por que alguien tenia que decir algo ante ese atropello; Di Stéfano tampoco se cortaba: «¿Provocadores nosotros? Lo que vi fue un pisotón al arbitro»; Míchel calificaba el Camp Nou como un campo peligroso y José Luis Núñez, presidente del Barsa, llamaba provocador a Hugo por su gesto e indicaba que solo era expulsado el mexicano cuando hacia de boxeador en el césped.

Las declaraciones, de todo tipo, siguieron en los días posteriores: Núñez reiteraba que la ofensa de Hugo era mas grave que el pisotón al colegiado; Stoitchkov se arrepentía allí por donde iba, seguramente viendo que la sanción podía ser seria; Míchel pedía que en lugar de los juveniles el Barsa viniera con los infantiles a jugar la vuelta no fuera que les pusieran en un aprieto; Hugo pedía el cierre del Camp Nou y Schuster justificaba la acción del búlgaro indicando que igual no conocía bien el idioma y en lugar de usar la palabra se expresaba con el pie. Finalmente, la víspera del partido de vuelta, el Juez de Competición dictamino sentencia sobre los incidentes del Camp Nou: dos meses de sanción y dos partidos a Stoitchkov y multa para el Barcelona por los incidentes. Posteriormente entre recursos y decisiones, se le impuso una sanción de dos partidos a Hugo Sánchez.

Diferencias: el Madrid saliendo del Nou Camp y el Barça de Chamartín

Con estos mimbres llegaba el partido de vuelta. Por el Madrid jugaron Buyo, Chendo, Hierro, Sanchis, Solana, Michel, Maqueda, Aragón, Villarroya, Butragueño (Aldana 75’) y Hugo Sanchez (Losada 75’) mientras que el Barcelona lo hizo con Zubizarreta, Alex, Serna, Herrera, Goicoechea, Eusebio, Amor, Soler, Laudrup (Lopez Recarte 70’), Julio Salinas y Beriguistain (Carreras 45’) En la memoria de todos quedara este partido unido al gol de Santi Aragón desde el centro del campo, que oscureció en parte el buen partido madridista. Pese a que Goicoechea adelanto al Barcelona, no tardo en empatar Butragueño para posteriormente al borde del descanso poner el 2-1 tras un centro de Michel desde la banda. El experimento de Cruyff con Alex y Herrera como defensas ante Hugo y Butragueño naufrago. En la 2ª parte Hugo y el comentado gol de Aragón, dieron el titulo al Madrid, nuevamente fue entregado por Villar. Por fin Di Stéfano conseguía su primer y a la postre, único titulo como entrenador madridista.

Supercopa 1990
Plantilla y entrenador posan con el título de 1990

La obtención del titulo fue un espejismo. En los siguientes cinco partidos el Madrid tan solo seria capaz de ganar en Gijón, mientras que de manera consecutiva perdía en casa 0-4 ante Osasuna y 0-3 ante el Atlético de Madrid. Como un náufrago al salvavidas, el Madrid se acogió a la Copa de Europa para salvar la temporada, pero ni con ésas. La debacle de 1-3 ante el Spartak encendió todas las alarmas, también se había caído en Copa del Rey ante el Atleti. Ante la posibilidad que el Madrid no jugara al año siguiente en Europa, el tandem Di Stéfano-Camacho fue suplido por Grosso durante un partido, para dar el mando del equipo al serbio Radomir Antic, quien llegó para clasificar al equipo para la Copa de la UEFA. Finalmente el triste objetivo se cumplió. Las dos siguientes temporadas estarán marcadas por las derrotas en Tenerife y tan solo se volverá a obtener un triunfo en la final de Copa del 93 en Valencia. Lasa y Butragueño devolverán minimamente el brillo a las vitrinas de Concha Espina. Estaba el Barça en la etapa triunfal del Dream Team por lo cual el rival para la Supercopa seria nuevamente el conjunto azulgrana.

Aprovechando el parón de las competiciones europeas se designó como fechas el 2 y el 16 de diciembre de 1993 para jugar, primero en el Bernabéu, la final de la Supercopa. Sin embargo ya había voces sobre la conveniencia de cambiar el formato y las fechas de este trofeo. Durante una reunión mantenida en la LFP, el propio secretario general propuso que la final se jugara a doble partido pero antes del comienzo de la Liga; el Barcelona por su parte, defendía la opción de hacerlo a un único partido y fuera de España al estilo de la Supercopa Italiana que esa misma temporada se había jugado en Washington; mientras que la RFEF pedía jugarlo antes de la Liga pero a partido único. Finalmente la única novedad fue que los goles fuera de casa tendrían valor doble en caso de empate.

Andaba la Liga bastante disputada aquella temporada, en la 12ª jornada se encontraban hasta 6 equipos empatados a puntos en el liderato. En la anterior jornada al partido de ida el Madrid perdía en Gijón y se descolgaba del liderato, mientras que ya sobrevolaba por Chamartín murmullos de reprobación sobre Benito Floro, entrenador blanco por aquel entonces. Cruyff por su parte indicaba en la previa que la Supercopa era la cuarta competición en interés para el Barcelona, pese a que seguía sin conocer la victoria en el Bernabéu como entrenador azulgrana. Con las ausencias por lesión de Butragueño y Koeman, saltaron al césped de Chamartín los siguientes onces: Buyo, Luis Enrique, Lasa, Alkorta, Sanchis (Nando 76′), Hierro, Milla, Michel, Zamorano (Dubovski 65′), Prosinecki y Alfonso vs. Busquets, Ferrer, Guardiola, Eusebio, Nadal, Bakero (Amor 59’), Ivan, Stoichkov, Laudrup (Ekelund 58’), Romario y Sergi. En esta ocasión el Dream Team fue el conjunto blanco, que ganó 3-1 en un gran partido ante un Barcelona flojo, inoperante y distinto al habitual, tanto fue que Cruyff reconoció estar enfadado con los jugadores por el fútbol demostrado. Pese a que Stoitchkov adelantó al cuarto de hora al Barsa, el Madrid no tuvo problemas para empatar con Alfonso. En la segunda, Zamorano y nuevamente Alfonso, ambos a centros de Míchel, cerraban el marcador, pese a que tuvo varios ocasiones claras para añadir algún gol al marcador y dos penaltis bastante claros escamoteados por Ansuategui Roca.

Para la vuelta, en Barcelona hablaban de remontada y veían factible un 2-0, incluso Cruyff, aunque seguía quitándole categoría a la competición. En Madrid veían la ocasión idónea para asestar un golpe al rival y aumentar la moral de cara al siguiente tercio liguero. El mismo equipo de la ida puso en liza Benito Floro, con los cambios de Ramis por Hierro en el 78’ y Nando por Sanchis en el 87, para la vuelta; mientras que Cruyff lo hizo con Busquets, Ferrer, Guardiola, Koeman, Sergi, Bakero, Goicoechea, Stoichkov (Laudrup 49’), Amor, Romario y Beriguistain (Estebaranz 49’) Pese a no estar lleno, el Camp Nou tenia el ambiente de una noche de remontada. El Barça salió con todo, presionando el marco de Buyo y con ocasiones claras de Stotichkov, al palo, y Romario. Sin embargo, cuando mejor jugaban y presionaban, llego el gol madridista: incursión de Lasa por la izquierda y el centro es rematado de cabeza por Zamorano a la red.

Manolo Sanchís
Manolo Sanchís, dando la vuelta de honor al Camp Nou con la Supercopa

Con esta ventaja el Madrid se sentía tranquilo y se dedico a esperar al Barcelona a la vez que intentaba ahogar el centro del campo del rival. Cruyff cambio el sistema pero ni por esas. El Barcelona lograba empatar por medio de Bakero en el 65’, pero el juego apenas cambió ya que no se veía en ningún momento que el Barcelona pudiera igualar la eliminatoria y mucho menos ganarla. Finalmente el empate no se movió del marcador y el Real Madrid lograba su 4ª Supercopa de España. Como no podía ser diferente a la ultima vez, los jugadores blancos dieron una vuelta de honor con el trofeo, aunque esta vez mas corta, en medio de gritos de «Tenerife, Tenerife» y lanzamiento de objetos aunque en menor cantidad que la ocasión precedente.

Tras el partido las declaraciones habituales de Núñez llamando provocadores a los jugadores blancos y Mendoza respondiendo que bendita provocación la de la vuelta de honor. El presidente madridista también será recordado por las imágenes suyas en el aeropuerto de Barajas, esperando la llegada de los jugadores, donde saltó y cantó junto a los hinchas blancos presentes en el aeródromo el famoso «es polaco el que no bote».

De momento dejamos aquí el recorrido histórico madridista por la competición, no queríamos a hacer un censo detallado, y que se pudiera hacer pesado. De todas las finales jugadas por el conjunto blanco en esta competición, eso lo dejaremos para posteriores entregas en el futuro. Queríamos recordar con estos dos primeros reportajes sobre todo las más antiguas y de las cuales el aficionado puede tener menos recuerdos.

Mijatovic y Seedorf
Mijatovic y Seedorf

La competición siguió su curso y vario sus fechas de manera definitiva en el verano de 1994 para ubicar los partidos durante el mes de agosto, para oficializar de esta manera el comienzo de las competiciones oficiales de cada temporada. Ademas en 1996 se optó que en caso de doblete el partido lo jugaría el Subcampeón de Copa en lugar de asignar el titulo de manera automática. El dinero de las televisiones compensaba el jugar los dos partidos aunque desvirtuara el sentido del trofeo. El Real Madrid volvería a jugar esta competición, sin contar la de este año, nueve veces mas obteniendo el trofeo en 1997, 2001, 2003, 2008 y 2012. De todos estos años hay que recordar buenos y malos momentos: la doble derrota ante el Depor en la final de 1995; el mecherazo a Roberto Carlos en el Camp Nou, una vez mas, y la goleada 4-1 al Barcelona en la vuelta de la final del 97; la debacle ante el Sevilla perdiendo 3-5 en el Bernabeu en la final del 2007; la remontada con 9 jugadores al Valencia en el 2008; el famoso dedo de Mourinho a Tito Vilanova, etc. que dan para otras entregas y en las cuales esperamos añadir una crónica de un posible décimo titulo madridista en esta competición.