El Madrid nunca ganó en Riazor en un estreno liguero

El vigente campeón de Liga arranca su andadura liguera de este curso en Riazor, un estadio donde ya debutó en otras tres ocasiones, con dos empates (1943 y 1996) y una derrota (2008)

0
Roberto Carlos hizo el gol del Madrid de Capello en Riazor
-publicidad-

Inaugura el Real Madrid su temporada liguera en el estadio de Riazor, aunque no es la primera vez que esto sucede. En la historia de la Liga han sido tres veces las que el Real Madrid comenzó la Liga en La Coruña. Y así sucedieron esos dos partidos.

La primera vez que esto ocurrió fue en la temporada 1943-44, en concreto el 26 de septiembre. El partido tuvo lugar en el viejo campo de Riazor, ubicado en los terrenos que hoy en día ocupa el Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón, apenas a 200 metros del actual estadio deportivista. Hacia A Coruña partió en tren la expedición blanca compuesta por once jugadores de campo y dos porteros, hay que recordar que en esos años no estaban permitidos los cambios durante el partido por lo que Ramón Encinas, entrenador madridista, decidió llevar a Bañon y Marzá (porteros), Querejeta, Corona, Medrano, Moleiro, Ipiña, Huete, Alsua, Alonso, Barinaga, Belmar y Botella. El partido generó gran expectación, la Prensa incluso habló del flete de dos vapores que partirían desde Ferrol para llevar a los aficionados al partido. El día del partido, a las 17:00, no se vistieron de corto Marzá y Medrano, mientras que el Deportivo saltó al cesped con Acuña, Pedrito, Reboredo, Muntané, Bienzobas, Quintas, Martinez, Guimerans, Paquirri, Caballero y Chao.

Once del Real Madrid en Riazor en el estreno liguero de la temporada 43-44

Los blanquiazules salieron muy fuertes y a los 6 minutos un centro de Chao, que Bañon no logra atajar por la presión de Paquirri, hace que se le escape de las manos y se convierta en el primer gol local. El tanto espoleó al Madrid, que acorraló la meta de Acuña. Un tiro al palo de Barinaga y cuatro córners, cuando en el último de ellos un despeje corto del meta deportivista acabó en los pies de Alonso para hacer el empate fue el resultado de la presion blanca. El resto de la primera parte tuvo color madridista aunque el resultado no se alteró. La que si se alteró fue la parroquia local cuando, en una disputa de un balón, Reboredo llegó al mismo antes que Alonso y este acabó con el pie del deportivista en su pecho. Pese a que el madridista se incorporó sin problemas, el arbitro entendió intencionalidad y expulso al jugador local.

Con un jugador menos por los locales arrancó la segunda parte, en la cual el Depor tuvo mas a su merced al Madrid pero sin llegar a marcar. Al asedio tuvo su punto álgido cuando Paquirri entro en el área y fue zancadilleado por Moleiro. Guimerans lanzó desde los once metros pero de manera floja, lo que hizo que Bañón despejara sin problemas. Al poco el juego se detiene durante unos momentos por un incidente en la grada que por fortuna no acabo en tragedia: parte de la gradería de gol, donde estaba ubicada el publico en la llamada grada general, se hundió. Tras unos instantes de confusión el propio publico de la zona tranquilizo al resto. Finalmente se contabilizaron una treintena de heridos, sobre todo por contusiones leves, a excepción de una persona con dos costillas rotas y otra con la clavícula fracturada.

El partido prosiguió y el Madrid, que se había ido quitando de encima el acoso del Depor, consiguió empatar por medio de Barinaga a pase de Alonso. El partido apuraba el tramo final cuando en un corner local lanzado por Martínez, Bañón despeja con tan mala fortuna que queda descolocado en el marco lo que aprovecha Quintas, a quien le llego el balón, para disparar y marcar el empate entre dos defensas que se habían colocado en el marco para suplir a Bañón. Con este empate 2-2 inauguraba el Real Madrid la temporada liguera 43-44, que pasó con más pena que gloria para el equipo de Chamartín: finalizó séptimo en una liga de catorce equipos, con 28 puntos, a doce puntos de un Valencia que bajo la guía de Eduardo Cubells conseguía su segundo titulo de Liga.

En la Liga de las Estrellas el Madrid era el Rey

Tuvieron que pasar 53 años para que el sorteo deparara un nuevo Deportivo-Real Madrid en la primera jornada. Estamos en Agosto de 1996. Justo el ultimo día del mes comenzaba la denominada por aquel entonces Liga de las Estrellas. El dinero de las televisiones privadas y la aplicación de la llamada Sentencia Bosman (los jugadores de la UE ya no ocuparían plaza de extranjero) propició la llegada de muchos jugadores foráneos de todo tipo. El Real Madrid venia de una temporada pésima, por segunda vez en su historia no jugaría competiciones europeas tras una campaña calamitosa con tres entrenadores (Jorge Valdano, Del Bosque y la dupla Arsenio Iglesias – Mariano García Remón), un cambio de presidente en noviembre (Ramón Mendoza dimitió al no tener apoyos en la Junta Directiva, dejando el timón blanco en Lorenzo Sanz) y multitud de problemas en la plantilla: el fracaso del colombiano Freddy Rincón, Luis Enrique disputando partidos con el equipo cuando ya había fichado por el Barcelona o el veto a jugar a Miquel Soler puesto que si jugaba su décimo quinto partido oficial renovaba automáticamente por una temporada.

Sanz intentó hacer un equipo ganador y dar un golpe de efecto. Para ello ficho como entrenador a Fabio Capello, quien llegaba de una etapa triunfal en el Milan, mientras que para el césped trajo a Suker, Mijatovic, Roberto Carlos, Seedorf e Illgner, entre otros, para volver a ganar el titulo de Liga. Pese a todo Capello se quejaba en la previa del debut que no tenia jugadores y que era un plantilla incompleta. Cierto es que para el debut, entre lesiones, incorporaciones tardías y el habitual virus de las selecciones, no podía contar con Illgner, Secretario, Seedorf y Redondo, entre otros.

A las 20:30 comenzó en Riazor el partido. Capello finalmente formo de inicio con Cañizares, Alkorta, Hierro, García Calvo, Roberto Carlos, Amavisca, Milla, Sanchís, Raúl, Mijatovic y Suker (Víctor 89’). Enfrente, dirigiendo al Deportivo, un viejo conocido de la casa blanca: JB Toshack, que dispuso de inicio a Songo, Armando, Naybet, Paco, Djukic, Bonisell, Donato, Rivaldo, Fran (Alfredo 80’), Martins y Madar (Viqueira 86’). El Real Madrid tuvo fortuna y poco fútbol aquel día. El once de circunstancias de Capello apenas generó peligro y se vio sobrepasado por el rival. A mitad de la primera parte, un fallo defensivo de Suker en un corner propició el primer gol local, obra de Martins. En la segunda parte el partido pareció que se complicaba para el Real Madrid cuando en apenas cinco minutos Luis Milla veía sendas tarjetas amarillas que suponían su expulsión. Sin embargo, ni con ventaja numérica hasta que Armando fue expulsado el Deportivo consiguió ampliar la ventaja y por el contrario vio empatado el encuentro cuando en una acción individual de Roberto Carlos, éste entró en el área y con un zambombazo de los suyos, y la ayuda de Naybet, alojó el balón en las mallas. El Madrid volvía a arrancar una Liga en Coruña con empate: 1-1.

Una tercera vez volvieron a verse las caras ambos equipos para inaugurar la Liga. El ultimo día de Agosto de 2008 el Real Madrid retornaba al campo maldito donde acumulaba 16 temporadas sin ganar. El Madrid afrontaba el reto de volver a ganar una tercera Liga consecutiva, pero el club llegaba con cierta marejada por las declaraciones de jugadores y entrenador. La falta de fichajes, aunque llegó Van der Vaart, propició la queja de Schuster en los días previos al cierre del mercado, y es que veía como Ramón Calderón no atendía sus demandas, en especial la de Villa que acaba de renovar por el Valencia. Robinho por su parte tenia sus mas y sus menos acerca de su traspaso al Chelsea y no veía clara su continuidad en el club. La misma mañana del partido en rueda de prensa no dejaba títere con cabeza: «Ya le he dicho al club y a Schuster que quiero salir. Cuando pensaban que llegaba Cristiano Ronaldo no estaban interesados en que renovara (…) Si tengo que estar sin jugar un año no hay problema».

El Madrid naufragó en Riazor en el arranque de la temporada 2008-2009
El Madrid naufragó en Riazor en el arranque de la temporada 2008-2009

Con todo esto saltó Schuster a Riazor con Casillas, Ramos, Pepe, Heinze, Marcelo, Diarra, Guti (De la Red 81’), Higuain, Robben, Raul (Drenthe 81’) y Van Nistelrooy, mientras que Lotina lo hizo con Aranzubia, Laure, Lopo, Ze Castro, Filipe, Sergio, De Guzman, Pablo Alvarez (J. Rodriguez 80’), Guardado, Verdú y Mista (Riki 61’ y Omar Bravo 73’). Las quejas de Schuster acerca de la falta de refuerzos se vio sobre el césped y el Madrid no fue capaz de formar un bloque solido. Pepe provoco un falta tras la cual llego el primer local: Guardado saca la falta y Mista cabecea a las mallas. El Madrid dependía de alguna acción aislada, pero aun así logró empatar por un balón que pilló Van Nistelrooy, un gol típico de delantero de área. Fue todo un espejismo y apenas 4 minutos después en otra jugada a balón parado, Lopo ponía el 2-1 definitivo con el cual aumentaba la serie consecutiva de derrotas en Coruña. Al finalizar el partido Schuster volvía a incidir en las carencias del equipo: «Miré al banquillo y no vi ningún delantero. No nos queda otro remedio que afrontar la temporada con lo que tenemos».