La contracrónica: La vuelta al cole

Los menos habituales del Real Madrid "vuelven al cole" y lo hacen levantando un nuevo título: el Trofeo Santiago Bernabéu

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Once titular
El equipo titular que disputó la última edición del Trofeo Santiago Bernabéu
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Vuelta al cole. Pucheros, lágrimas de cocodrilo y pataletas, muchas pataletas. En cambio, la vuelta al Bernabéu de «nuestros pequeñajos» está llena de sonrisas, cosquillas y pedorretas, muchas pedorretas. Hoy les tocaba, en un siempre imponente Santiago Bernabéu, comenzar un nuevo curso a los Llorente, Ceballos, Theo, Achraf, Mayoral y compañía.

Como si del patio de un colegio se tratara, todos y cada uno de ellos se lo han pasado pipa. Un fútbol de recreo. Un «arriba y abajo» continuo muy necesario para que la afición vuelva a salir del estadio con agujetas tras haber disfrutado por encima de sus posibilidades. Al final, pasarlo bien también cansa y los de ‘Zizou’ nos tienen verdaderamente agotados.

Marcos Llorente ha demostrado que en el amor la edad no importa. Con solo 22 años se ha plantado en Chamartín y ha postulado ya para ser el prototipo de marido perfecto que querría para mi hija: guapo, serio, responsable y con galones, muchos galones. Con alguien así, cualquier padre estaría tranquilo. Con un futbolista así, Zidane puede estar muy tranquilo. La pide, la mueve y ayuda a sus compañeros a tomar las mejores decisiones sobre el campo.

De Ceballos me sigue alucinando su anarquía absoluta, su desorden. Cuantas menos instrucciones le des, más funciones realiza. Además, es un jugador que se divierte tanto en la frontal del área rival como en la propia. Le gusta la carne y el pescado. Le encanta atacar y defender. Futbolista caótico que encuentra, en su propio caos, la tranquilidad de su fútbol.

El que no se mueve del colegio es nuestro conserje, Cristiano. Además de encargarse de abrir las puertas a los nuevos y de enseñarles cuál es el correcto proceder en sus aposentos, sigue aglutinando llaves y recursos para ser todavía más dominador. Es el George Clooney del Real Madrid: mejora con los años. Cada vez más inteligente sobre el campo y con la misma ambición de siempre.

Este próximo domingo tenemos un examen importante frente al Valencia y las ganas de afrontarlo son tremendas. Este equipo y estos jugadores hacen que lo único que odies sean las vacaciones, nunca la «temible» vuelta al cole. Así que dame exámenes cada día, aunque sean «sorpresas», porque me sobran matrículas de honor.

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Mientras intentas descubrir algo más sobre mí en estas líneas yo me ando paseando por algún lugar de Barcelona con el escudo del Real Madrid en el pecho. Desconozco si soy un valiente o un imbécil, pero me excita. Son tantos los que me miran mal como los que empatizan conmigo. Así que si algún día desaparezco que sepáis que o me han matado a palos o a besos. Y si eso ocurre… ¡Que nos quiten lo escrito y leído por aquí! Eso sí, ¿hablaréis bien de mí, no? ¡Más os vale!