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Como punto final a la pretemporada de la sección de Baloncesto del Real Madrid, el equipo de Pablo Laso jugará el sábado 16 de septiembre un partido ante el Bayern en una zona acondicionada del aeropuerto internacional de Múnich: es decir, en una terminal aeroportuaria y no en un pabellón. Ante la elección de un escenario tan poco habitual para este tipo de eventos, vamos a recordar brevemente otros partidos que ha jugado el Real Madrid en escenarios no demasiado ortodoxos.

En los comienzos del baloncesto madridista, tras el anuncio oficial de la creación de un equipo en las paginas del diario ABC en 1931, los escenarios para jugar al baloncesto eran pocos y escasamente preparados. Casi en puertas de la Guerra Civil, la Federación Centro de Baloncesto elaboró, por medio de un Jacinto Ardevínez que años mas tarde seria entrenador madridista, un listado de campos validos para la practica de partidos oficiales. Hablamos de terrenos al aire libre cuya composición solia ser de tierra y polvo de ladrillo o de ceniza, lo que ponía en dificultades el bote del balón, con limites definidos por un raya de cal o tiza y una zona en algunos casos con forma de bombilla. Entre estos terrenos podemos recordar la pista perteneciente al Regimiento de Infantería ubicada en el antiguo Cuartel de la Montaña, en los terrenos que hoy en día son los Jardines y el Templo de Debod, donde el Madrid consiguió en mayo de 1933 su primer Campeonato Regional al derrotar al Rayo Club. El tanteo de aquel día puede parecer raro las nuevas generaciones: 22-16.

Los jugadores del Real Madrid y del Rayo Club posan con la Copa en disputa

Otros terrenos de la capital fueron los Jardines del Cine de verano Goya donde la propia Federación había construido una cancha, ubicada en la calle madrileña del mismo nombre y que hoy en día esta ocupada por una gasolinera y un edificio oficial. En dicha cancha, unos meses más tarde del Campeonato Regional, ambos equipos volvieron a verse las caras en la final del Campeonato de España. Esta vez el Rayo Club derroto 21-11 a los madridistas y se proclamo primer Campeón de España de Baloncesto. Al ser escenarios pequeños y sin apenas gradas se usaban otros sitios de la capital, aunque no homologados debido a donde se encontraban, para determinados partidos que suscitaban mas expectación. Uno de ellos era la antigua Plaza de Toros de Goya, ubicada donde el actual Palacio de los Deportes de la capital y donde las selecciones de Madrid y Lisboa disputaron en abril de 1933 un partido sobre el albero del coso taurino. Mas de 12.000 personas presenciaron el encuentro al que asistió incluso el Jefe del Gobierno, Manuel Azaña, y el presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora.

El estadio de Chamartín albergó el primer partido de la selección española de Baloncesto

Pero el Madrid, sin el título de Real porque estábamos en plena República, no quiso quedarse atrás y, ya con su propio equipo, formado construyó su propia cancha de baloncesto. Ésta se encontraba ubicada a espaldas de las tribunas del antiguo estadio de Chamartín, donde comenzó a jugar su partidos como local así como los partidos que jugaban los propios socios dentro de un incipiente Torneo Social, que servia de eventual cantera para el primer equipo. Aprovechando las instalaciones del propio estadio de fútbol, en abril de 1935 se celebró en sus instalaciones el primer partido de la historia de la selección española de Baloncesto, ante Portugal y clasificatorio para el Europeo de Ginebra. Sin embargo el partido no se jugó en la pista de tierra, sino que se celebró en el propio césped del estadio con unas canastas móviles. Para la historia quedara la victoria de España ante el equipo luso por 33-12.

Baloncesto en la plaza de toros

Saltemos unos años en el tiempo para ver dos fases finales de la Copa del Generalísimo que jugó el Real Madrid en escenarios diversos. En Mayo de 1949 se inauguró en la madrileña calle de Blasco de Garay la primera cancha de la capital denominada Palacio de Deportes. Un recinto cubierto con capacidad para cerca de 1.500 personas las cuales se ubicaban alrededor de un rectángulo de corcho que servia como escenario y del que colgaban unos tableros de cristal transparente, novedad en la capital ya que hasta aquel entonces estos eran opacos e impedían la visión. El Real Madrid tuvo el honor de inaugurar el recinto con su enfrentamiento ante el CN Canoe al que derroto por 36-30. El segundo partido, dentro de una liguilla final en la cual también estaban el CF Barcelona y el Juventud de Badalona, lo jugó el Madrid contra el equipo azulgrana, con el que acabó perdiendo por un 46-33. En la ultima jornada de la competición los cuatro equipos llegaban empatados a puntos, por lo cual la expectación era máxima. En el primer partido el Barcelona derroto al Canoe por 38-20 por lo cual el Real Madrid-Juventud se antojaba como la gran final pero siempre dependiente del tanteo para el llamado Basket-average, ya el Madrid debía superar los 24 puntos de ventaja que llevaba el Barsa. En realidad era una diferencia demasiado grande a tenor del rival y el Madrid, aunque gano por 61-57, no pudo obtener el titulo que viajó a la Ciudad Condal. Para la historia quedaran los jugadores blancos que jugaron aquella fase final: Julio Gámez, Luis Moreno ‘Melilla’, Ángel Lozano, Pedro Borras, Felipe Kaimo, José Manuel Becerra, Ripoll y Edgar Caprotti; mientras que para las curiosidades quedaran las horas en las cuales se jugaba por aquel entonces, a partir de las 22:45, acabando algunos partidos de madrugada.

En la temporada siguiente la Fase Final se decidió jugar en Barcelona, en concreto en la Plaza de Toros de las Arenas, donde ya se había jugado el Campeonato de 1946. En lugar de hacerlo sobre la arena del coso, se coloco una tarima de madera sobre la cual se jugaron las partidos, esta vez en formato de semifinales, consolación y final. El 6 de Mayo 1950 jugaron en primer lugar Juventud de Badalona contra el Liceo Francés con victoria de los primeros por 51-30. Una hora mas tarde comenzaba la segunda semifinal entre Barcelona y Real Madrid. Pese a que comenzaron mandando los blancos, una mala primera parte lastro a los madridistas que al descanso se fueron perdiendo por 25-17. Pese a ello no dieron su brazo a torcer y a falta de 3 minutos para el fin del partido, se colocaron a un solo punto del Barsa. Sin embargo los culés a partir de ese momento se dedicaron a matar el partido y dejar que corriese el reloj, aunque tuvieron algún que otro susto por medio de Lozano que por desgracia no logro encestar. El marcador no se movió y la final congregó a los dos equipos catalanes.

Al día siguiente, en el partido de consolación, el Madrid tuvo que jugar dos prórrogas para conseguir derrotar al Liceo. Finalmente lo hizo por 49-41, apoyándose en el mejor fondo físico del equipo y un banquillo mas amplio. Luis Moreno ‘Melilla’, Pedro Borras, Ángel Lozano, Félix Sánchez-Laulhe, Edgar Caprotti, Julio Gámez, José Manuel Becerra, Prisco Hernández y José Luis Muñoz fueron los jugadores que disputaron esta fase final por parte madridista.

El Frontón Fiesta Alegre fue la casa del Real Madrid durante tres lustros.

Durante los años 50 el Real Madrid pasó a jugar en diversos frontones de la capital. Hay que recordar que durante muchos años la pelota vasca tuvo un seguimiento muy intenso en la capital, aunque hoy apenas sea testimonial. Entre ellos destacaron en sobremanera dos: el Frontón Recoletos y el Frontón Fiesta Alegre. El primero construido poco antes de Guerra en la calle Villanueva de Madrid, fue obra del ingeniero Eduardo Torroja y el arquitecto Secundino Zuazo, ambos autores de importantes y conocidas obras en la capital, y fue casa madridista hasta comienzos de los 50, en que se pasó a jugar en el Fiesta Alegre. Este último llegó a ser la sede oficial del club y donde se alojaban las oficinas. Los frontones, aunque eran espacios deportivos, seguían estando alejados de los recintos actuales de baloncesto debido al formato habitual de tan solo una pared descubierta, aunque para determinados partidos, al ser el rectángulo de juego inferior, se colocaban gradas supletorias tras las canastas. En este ultimo recinto fue donde el Real Madrid consiguió sus dos primera Copas de Europa ante mas de 3.500 aficionados .

Pero si hablamos de frontones no podemos olvidar la anécdota que envolvió la disputa de la final de la Copa del Generalísimo de 1951 en San Sebastián. Prevista en el Frontón Urumea, fue imposible celebrar el partido allí por un insólito hecho: las canastas no se pudieron colocar en el frontón debido a que no entraban por las puertas del mismo. La organización tuvo que buscar otro escenario y el elegido fue el Frontón Gros, donde el Real Madrid logro finalmente su primera Copa de España al derrotar por 47-36 al Barcelona.

Pero no solo de frontones o plazas de toros vivía el baloncesto en aquellos años. Con la llegada de los 60 y la irrupción de la Copa de Europa de baloncesto, el nombre y la expectación que rodeada al Real Madrid iba en aumento por Europa. En la temporada 61-62 el Real Madrid comenzó la competición europea eliminando al CS Casablancais, Ignis Pallacanestro Varese y al Legia de Varsovia. En semifinales el sorteo deparó el enfrentamiento ante el conjunto Yugoslavo del AŠK Olimpija y la expectación fue tal que el partido se jugo en un campo de fútbol.

El mes de Mayo de 1962 comenzó de manera excepcional, en el Palacio de Deportes de Barcelona el Madrid derrotaba al Estudiantes y lograba una nueva victoria en la Copa del Generalísimo. Desde allí el club optó por viajar a París como paso previo para llegar a Liubliana en el mítico Orient Express. El partido se programo para las 20:00 del sábado 12 de Mayo en el estadio Bežigrad, al cual se le puso una pista de madera ubicada alrededor de unos graderíos que podían reunir a mas de 12.000 personas. Pedro Ferrándiz, quien conocía el terreno, tenia dos preocupaciones: la primero era la lluvia y es que en Yugoslavia no se solían suspender los partidos aunque lloviera, mientras que el segundo era el rival. Ferrándiz consideraba un buen resultado el perder unicamente por cinco puntos. Finalmente, y sin lluvia mediante pese a la amenaza de las nubes, el partido se jugó al aire libre. Los temores del alicantino no estaban infundados. El excelente juego del conjunto local, con un Ivo Daneu que se fue hasta los 45 puntos, unido a las lesiones durante del partido de Lluis al poco de comenzar, los problemas en la muñeca de Carlos Sevillano y la baja forma de Hightower, provocaron que al acabar la primera parte el Real Madrid perdiera por 17 puntos de diferencia y estuviera al borde del abismo. En la segunda parte, y pese a llegar a ir perdiendo de 22, los jugadores madridistas sacaron fuerzas de flaqueza y lograron contener la hemorragia para perder unicamente por 105-91 con lo cual se mantenía la esperanza para el partido de vuelta en Fiesta Alegre. Dos semanas mas tarde en la cancha madridista la remontada se hizo realidad y con un escaso 69-53 el Real Madrid se clasificó para su primera final de la Copa de Europa en Ginebra.

Si antes hablamos de la improvisación en una final de Copa de España con el cambio de ubicación, vamos también a recordar en dos ocasiones que el Real Madrid viajó en Sevilla y acabo jugando el partido donde menos se lo esperaba.

Cancha de las Piscinas Sevilla

Durante la década de los 60 el Sevilla CF tuvo una sección de baloncesto que consiguió ascender en dos ocasiones a la máxima categoría. La primera de ellas fue en la temporada 63-64 y el azar del calendario designó que en la última jornada de la primera fase, en el grupo que jugaban todos los equipos a excepción de vascos y catalanes, el Madrid rindiera visita a la cancha del Sevilla. Éste en realidad no tenía campo propio y los partidos de local los jugaba en la cancha descubierta de las Piscinas Sevilla. El día del partido amaneció lloviendo por lo cual era imposible jugar allí y hubo que tirar del Plan B. Éste, por reglamento, ya era obligatorio y el Sevilla tenía como emergencia un espacio para jugar en la nave-taller de la delegación de la SEAT en el sevillano barrio del Porvenir. El lugar tenia varios inconvenientes. Por un lado, su espacio era reducido y la visita blanca acarreó mucha expectación, máxime cuando ese año el Madrid volvía a luchar por conseguir la Copa de Europa; por otro lado, había que mover los coches ubicados en la delegación para poder jugar con comodidad y que entrara algo de publico. Finalmente el partido se pudo jugar en la SEAT, aunque con menos público del deseado. Rl Real Madrid cumplió los pronósticos, ganando en una pista resbaladiza por la humedad por 57-87. El Sevilla, pese a jugar la Liguilla de promoción, no pudo evitar el descenso, mientras que el Real Madrid esa temporada gano el titulo de Liga y por fin logró su primera Copa de Europa.

Tras un único año en la segunda categoría, el Sevilla retorno a la División de Honor, en una temporada donde el torneo se jugó en formato de Liga de todos contra a todos a doble vuelta. Al Real Madrid le tocó viajar a la capital hispalense en febrero de 1966. Nuevamente estaba previsto la disputa del partido en las Piscinas Sevilla y nuevamente un aguacero trastocó los planes. Esta vez no se pudo jugar en la nave de SEAT y se gestionaron los permisos para jugar en las instalaciones de la antigua base militar de San Pablo. Hasta allí se organizo una caravana con los equipos, Prensa y aficionados para desplazarse a la base, aunque por desgracia de estos últimos pocos pudieron entrar dadas las limitaciones de aforo del ocasional recinto. Para no terminar de ser un partido tranquilo, durante el mismo sonó una sirena de alarma que hizo poner en fuga a jugadores, técnicos y aficionados, pero por suerte sin consecuencias. El Real Madrid logró ganar por 70-115 antes de ganar el titulo de Liga.

Con estas peripecias por la ciudad del Guadalquivir, acabamos un pequeño repaso de los partidos jugados por el Real Madrid en sitios poco habituales. Obviamente en este reportaje no están todos los que son, pero sí son todos los que están.