Vuelve Cristiano Ronaldo a la competición doméstica, después del Deburgosbengoetxazo del Camp Nou. Han pasado cinco partidos, la vuelta de Supercopa y las cuatro primeras jornadas de Liga, para que el portugués pueda volver a enfundarse la blanca en un partido que no fuera amistoso (jugó y marcó un golazo en el trofeo Santiago Bernabéu) o Champions (jugó y anotó un doblete ante el APOEL). Ahora espera el Betis, un equipo que no se le da especialmente bien al siete madridista.
Claro, que eso de que no se le da especialmente bien el Betis a Cristiano Ronaldo es un decir. Cinco goles en diez partidos, 0,5 de media, un registro que ya quisieran para sí el 95% de los delanteros del mundo, pero que en el caso del voraz delantero portugués es una cifra que anda por debajo de la media. Más aún si, al mirar los datos, se puede observar que Ronaldo se quedó en blanco en seis de esos diez partidos, porque en uno hizo un doblete.
Ronaldo se ha enfrentado diez veces a los verdiblancos, sí. Cinco en el Bernabéu y cinco en el Benito Villamarín. Y de los cinco goles que le ha marcado a los de Heliópolis, cuatro han sido en Sevilla y sólo uno en el Bernabéu, la pasada temporada, a pase de Marcelo. Es decir, de cuatro partidos que Cristiano ha jugado en el coliseo de la Castellana ante el Betis, su producción ofensiva se reduce a un gol.