La anarquía de la creación

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Solari no da con la tecla. Tras siete jornadas disputadas y numerosísimas probaturas, el argentino no encuentra un centro del campo que genere ocasiones de verdad. El control del partido se le presupone al Real Madrid Castilla como resultado de su evidente superioridad técnica, pero esa superioridad no se materializa en goles o, cuanto menos, en ocasiones. Lejos de mejorar en su juego, los Cachorros muestran cada vez más nervios y ansiedad en  su fútbol, conscientes de que el rendimiento individual es óptimo pero no así el colectivo.

Comenzó la temporada con Fidalgo atrás, Óscar en el mediocentro y Arturo en la mediapunta con Cristo en banda, un esquema que se mantuvo durante las tres primeras jornadas con la variación de Gracu en el pivote defensivo. El equipo mostraba mimbres, faltaba engrasar la maquinaria, pero el equipo generaba fútbol y ocasiones. Sin embargo, las variaciones en el esquema se han ido sucediendo conforme se acumulaban los malos resultados y tanto el técnico como los jugadores parece que van perdiendo la confianza poco a poco. Desde la derrota ante el Fabril, en la que Solari introdujo las primeras variaciones con la recuperación de Seoane, se han ido sucediendo los cambios en el mediocampo para dar cabida en el once a todas las potenciales estrellas de la cantera, hasta el punto de retrasar a Óscar, quien sacó su mejor versión con Guti en la mediapunta, a jugar en el doble pivote defensivo junto a Arturo con Cristo más arriba. El experimento funcionó ‘in extremis’ ante la Ponferradina obteniendo la primera victoria local de la temporada.

Ante el Guijuelo, las ausencias de Óscar por sanción y Arturo por lesión han obligado a Solari a jugar nuevamente con Cristo en el trivote ofensivo con Seoane y Grau detrás, pero el equipo ha demostrado estar partido por la mitad. Ofensivamente, el mediocampo se lanzaba en oleada al ataque, dejando muchos  metros con la línea defensiva, muy atrasada, lo que ha propiciado durante todo el encuentro una superioridad numérica del Guijuelo en tareas defensivas. El partido de Cristo, quien no convence en banda, tampoco ha sido para enmarcar; no ha bajado para apoyar la salida del esférico y en ataque sólo se le ha visto combinar con Dani Gómez, muy escaso ingenio para alguien que teóricamente deber ser el cerebro del equipo. De hecho, el técnico Solari lo ha sustituido antes de cumplirse la hora de partido, con el evidente enfado del futbolista, quien pagó con el banquillo su mal partido. La entrada de Toni Segura parece que dio mayor presencia ofensiva al Castilla, con un enganche natural jugando como tal.

Once ocasiones tuvo el Castilla para abrir el marcador con seis remates al marco rival. Pero lo cierto es que ninguno alcanzó a ver puerta con claridad, salvo el solitario remate desde fuera del área de Campuzano que obligó a lucirse al meta visitante. Seis ocasiones que parecen ser suficientes para el técnico argentino, en un partido dominado y ante un rival que salió a salvar un punto desde el minuto uno. Pide paciencia Santiago a la espera de resultados. La nuestra la tiene, veremos la afición y los jugadores.

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Soy un ferviente seguidor del club blanco y de su cantera. Creo firmemente en la coexistencia del periodismo deportivo y la objetividad, de la que hago mi seña de identidad siempre que puedo. Os invito a seguir conmigo semana a semana la actualidad del Castilla.