RM 1 – 1 TOT: Keylor y Lloris sacan los tentáculos

Los dos guardametas, con intervenciones prodigiosas, evitaron la derrota de sus equipos. El madridista sólo fue batido con gol en propia meta. El francés, de penalti lanzado por Cristiano

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Sin Keylor Navas y sin Hugo Lloris, o al menos sin el Keylor Navas y el Hugo Lloris del martes, el partido hubiera sido un espectáculo de goles. Pero se quedó en espectáculo y recital de dos porterazos, que sacaron los tentáculos y sólo encajaron uno en propia meta, el madridista, y otro de penalti, el del cuadro londinense. 1-1. Menudo partidazo, menuda exhibición de los porteros y menudo grupo le queda por delante todavía al Madrid.

El Madrid saltó bien metido en el partido, con ganas de dejar claro que el actual bicampeón de Europa jugaba en casa y necesitaba amarrar los puntos para seguir metiendo miedo. Pero la gasolina le duró poco, demasiado poco. En cuanto los Spurs tensaron la tela de araña defensiva, cinco atrás, tres en medio sin dejar respirar a los medios blancos y Fernando Llorente haciendo una tremenda labor en la salida de balón, el juego se iba inclinando del lado de los Hotspurs.

Un remate al palo de Cristiano, durante el partido demasiado ansioso buscando el gol, cuyo rebote no logró embocar Benzema, lo tiró fuera, fue el aviso más claro de un Real Madrid explosivo de salida, pero luego aquello se fue apagando, los tres centrocampistas se nublaron y el equipo se limitó a percurtir con las llegadas de un Achraf que demostró muchísima personalidad, pero al que le cargaron de una responsabilidad que no era la suya, la de un chaval que debutaba en la máxima competición continental.

Así que el Tottenham se fue acercando, aprovechando el nerviosismo de un Varane que en cada acción parecía profesarle una admiración reverencial a Harry Kane. El galo, nerviosísimo, acabó embocándose en propia meta el gol que adelantó a los londinenses, en una jugada en la que Kane estaba en fuera de juego antes de rozar el balón. Pero el árbitro no lo vio y el 0-1 desmadejó, aún más, al Madrid.

Pese a todo, el Madrid dispuso de un par de buenas ocasiones, aunque se tropezó con un Lloris que se empezaba a agigantar. Tanto que acabó dando un recital de colocación, de mando, de dominio de los espacios y de seguridad. Por suerte para el Madrid, Keylor Navas decidió sumarse a la fiesta de los porteros y se marcó un segundo tiempo sensacional.

Ambos fueron los protagonistas del segundo acto, el Madrid empató antes del descanso en la única jugada potable de Kroos en todo el partido, forzando un penalti que materializó Cristiano. Lloris sacó un balón imposible a un Benzema que falló a lo Higuaín, sacó una prodigiosa mano a Cristiano, blocó todo lo blocable y algo más, haciendo lo que se le pide a un portero: sostener a un equipo cuando lo demás no sostiene. Y en el otro lado, Keylor salvó al Madrid despejando un remate de Kane que ante cualquier otro portero hubiera sido el 1-2 y al minuto, sacó otra prodigiosa mano evitando el gol de Eriksen.

El Tottenham, sí, es un equipazo. Que sabe a qué juega, a veces en largo y a veces en corto, cómo quiere hacerlo y cuándo debe mostrar sus cartas. En el Bernabéu mostró sus credenciales, y las de un entrenador, Pochettino, llamado a banquillos más glamourosos. De momento las espadas siguen en todo lo alto. En Londres, en el puente de Todos los Santos, la guerra continuará en Wembley. Y que no acabe.