Hoy sábado (MovistarDeportes 1, 19:00 horas) el Madrid se enfrenta a domicilio con el San Pablo Burgos. El debutante en la competición liguera doméstica es la cara opuesta del Real Madrid. Los de Burgos no han estrenado el casillero de victorias después de cinco partidos compartiendo farolillo rojo con el Betis en la clasificación, mientras que los blancos son líderes junto con el Montakit Fuenlabrada. Los datos del San Pablo Burgos son clarificadores. Apenas anota 72 puntos mientras que encaja 93 puntos por partido. Una barbaridad.
Está claro que están acusando el cambio de categoría y es pronto para aseverar nada pero es uno de los claros candidatos para descender a final de temporada. Ni siquiera la cesión de los madridistas Sebas Sáiz y Felipe Dos Anjos es suficiente para darle un empujón al equipo burgalés. Un equipo con hasta ocho caras nuevas y la sensación de que son muy bisoños para la ACB.
No parece ser el mejor momento para enfrentarse a todo un Real Madrid que, según van pasando las jornadas tanto en Europa como en la competición doméstica, va consolidando su liderazgo con un nombre propio en boca de todos: el de Luka Doncic. El esloveno, según van pasando los partidos, madura a pasos agigantados. Se echa el equipo a sus espaldas cuando se le necesita y problema resuelto. Él es, ya, un jugador como una catedral, la catedral del Real Madrid. En cuanto al equipo, se debe ir rebajando la irregularidad y mejorar la defensa que a ratos está dejando que desear. Sin embargo, hay que ser optimistas y con Doncic en pista cualquier cosa, y siempre buena, puede pasar.