La contracrónica: Qué lástima, pero adiós

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«Qué lástima, pero adiós. Me despido de ti y me voy». Julieta Venegas tenía razón.  Ha sido un Halloween digno, con 11 fantasmas sobre Montilivi. Sin castañas, sin calabazas y, sí, sin Liga. En octubre, no es broma. A venderle motos, al motorista. No a nosotros. Señores, nos guste o no, esto también es el Madrid.

Por estas fechas son muy típicos los disfraces. De vampiro, de cadáver, de demonio, de drácula, etc. Ahora bien, la gracia es que cada uno se ponga el suyo. Hoy en Girona hemos visto a un Isco disfrazado de Ronaldinho, de Zidane, de Maradona y de él mismo, mejor que ninguno de los anteriores. Puede parecer una banalidad, pero es lo que nos transmite su fútbol últimamente. Nos permite soñar en un momento en el que nuestro equipo no nos deja pegar ojo, así que dejen que siga delirando tranquilo.

Ese es el principal problema, que un solo jugador tiene la obligación de intentar hacerlo todo porque ve que el resto no está por la labor. Zidane sabía de sobras que el Girona que se iba a encontrar hoy no iba a ser como el que se encontró el Barcelona el 23 de septiembre. Un equipucho que se marcó dos goles en propia y que regaló un tercero. El antimadridismo mueve al mundo, así que estos partidos hay que afrontarlos como si te jugaras los tres puntos contra la Brasil de Pelé en Maracaná.

No se planteó así, saltaron al campo pensando que el equipo que tenían delante volvía a ser el Fuenlabrada y pasó lo que pasó, de vuelta a Madrid con la cara pintada. Pero, ¡oye! Tampoco les ha venido mal para meterse aún más en el papel de fantasma. Al final, después de todo, quizás lo mejor hubiera sido que suspendieran el partido. Es triste pensar así, mucho, pero más triste ha sido ver el partido que han planteado hoy nuestros ojitos derechos.

El mosqueo de hoy, personalmente, es mayor que el de otros días y no por mí, sino por todos esos madridistas que han ido al estadio y han pagado su asiento a precio de final de Champions. El fútbol es por ellos, el Madrid es de ellos y la derrota, hoy más que nunca, la sufren ellos. Pero se levantarán y nos levantaremos, ¡claro!, más que nada porque el miércoles visitamos Wembley y con estas pintas no podemos presentarnos.

Cuando pierde tu equipo lo mejor que puedes hacer es buscar consuelo. Hoy lo he encontrado en forma de versos escritos por mi amiga Natalia, madridista catalana. Como yo y como muchos. Unas letras que, sin tener nada que ver con el fútbol, me saben a Madrid. Solo espero que el miércoles, ante el Tottenham, queden obsoletas. «Te echo de menos, como el verano extraña al invierno, como utopía, como sueño, como recuerdo, como nostalgia de un pasado que todavía merezco».

Vuelve Madrid. Tu afición te merece y el fútbol también. Quizás es demasiado tarde, pero intenta llegar. No vaya a ser que suene bien la flauta que ahora está tan desafinada. Hagas lo que hagas, te estaremos esperando. Somos así de tontos. Somos así de madridistas.

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Mientras intentas descubrir algo más sobre mí en estas líneas yo me ando paseando por algún lugar de Barcelona con el escudo del Real Madrid en el pecho. Desconozco si soy un valiente o un imbécil, pero me excita. Son tantos los que me miran mal como los que empatizan conmigo. Así que si algún día desaparezco que sepáis que o me han matado a palos o a besos. Y si eso ocurre… ¡Que nos quiten lo escrito y leído por aquí! Eso sí, ¿hablaréis bien de mí, no? ¡Más os vale!

1 COMENTARIO

  1. Eloy, yo no encuentro consuelo. Sólo decirte que el fútbol es presente, ni pasado, ni futuro. 3 puntos menos. Y ahora viene el Tottenham. Los madridistas tenemos que ser críticos, y lo que ha hecho Florentino es desmantelar al equipo con la aquiescencia de Zidane. Yo he escrito esto nada más acabar el partido y ni siquiera me ha servido de consuelo https://medium.com/@visiondejuego/impotencia-indignaci%C3%B3n-y-verg%C3%BCenza-en-montilivi-b4bd5d0409f7
    Un cordial saludo