MAC 90 – 83 RMB: El rebote del Maccabi y Thomas condenan al Madrid

La diferencia reboteadora del Maccabi, el juego de los locales norteamericanos y el mal porcentaje de tres provocan la segunda derrota en Euroliga del Madrid.

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No pudo ser. El Madrid cosechó la segunda derrota consecutiva en Euroliga contra el Maccabi al caer 90-83, con lo que pierde el liderato del torneo continental momentáneamente. El Macabí basó la victoria en la superioridad bajo los aros (53 por 33) y la gran actuación entre otros de Thomas, Roll y Tyus fue suficiente para dejar la victoria en Israel. A pesar de la vuelta del Thompkins, el Madrid solo dominó durante el primer cuarto fabuloso. Un gran primer cuarto de Randolph y de Rudy, otro partidazo de Doncic y los intentos infructuosos de Campazzo y Reyes no bastaron para llevarse el botín. El Madrid ganaba (74-76 en el minuto 37) pero el Maccabi supo gestionar mejor la victoria en los últimos minutos

Durante los 10 primeros minutos se vio el, probablemente, mejor primer cuarto de la temporada. Con un gran trabajo de Randolph (en ambos partes de la cancha), el regreso de Thompkins, y una buena compenetración titulares-reservas, el Madrid hacía las cosas fáciles. En 5 minutos de juego ya ganaba 9-17 creando muchas dudas entre los locales. Aunque recortaban la ventaja, no era suficiente para que el Madrid perdiera terreno. Sin embargo, Thomas empezaba a cimentar la que posteriormente sería la victoria local. Un Rudy muy activo (8 puntos) con Randolph (5 puntos y 6 rebotes) y Campazzo dirigiendo y anotando también dejaban al final del primer cuarto un esperanzador 22-30.

En el segundo período, el Madrid pegó un bajonazo y empezó a verse desbordado por el gran trabajo en el rebote y el cambio de actitud con el que enfrentó el partido. Todos los jugadores se vieron contagiados por el ex-azulgrana DeShaun Thomas y con Roll a la cabeza martilleaban el aro madridista (13 y 12 puntos respectivamente al descanso). Campazzo, Rudy y Randolph tan activos en el primer período desaparecieron prácticamente de la pista. Doncic con sólo 5 puntos en el descanso estaba momentáneamente apagado. Como detalle de lo que estaba pasando, la estadística del rebote. El Maccabi al término de los 20 primeros minutos llevaba 24 rebotes y el Madrid 15. No sólo eso. El parcial de los locales en este cuarto fue de 25-12. Con esa anotación, los augurios no presagiaban nada bueno. Al descanso se iban los dos equipos con el 45 a 42.

Tras el descanso, los locales aumentaron la ventaja con el 54-46. No obstante, la labor de Reyes y el despertar de Doncic hicieron posible que desde ese marcador, los blancos consiguieron en 7 minutos un parcial de 20-8 con el que dieron la vuelta al marcador tras un triple de Thompkins (60-64 en el minuto 28). A pesar de la debilidad reboteadora, el Madrid tenía fe en la victoria y una falta antideportiva de DeAndre Kane seguía dando motivos más que suficientes para conseguirla. Al final del cuarto, el Madrid vencía 64-66 y las cosas pintaban de otro color.

En el último cuarto, sigue Doncic asumiendo la responsabilidad, pero Thomas seguía a lo suyo. Cuando no era Thomas, era Jackson o Tyus. El Macabí parecía irse con una pequeña ventaja en el minuto 35 cuando vencía 74-69. Sin embargo, Doncic provoca una buena falta con 3 tiros libres y la posterior técnica a Spahija consigue dar la vuelta al marcador. En total un parcial de 7-0 favorable al Madrid le pone nuevamente por delante con el 74-76. Y estando tan cerca de la victoria, cuando apenas quedaban 3 minutos, los locales supieron tener la cabeza fría, hacer jugadas correctas de ataque. El Madrid se vio al final un poco justo de fuerzas y pagó la debilidad en los tableros (a la espera de que el domingo debute Tavares contra el Barcelona) y sus opciones de victoria se esfumaron rápidamente. El Madrid, a pesar de la derrota, jugó un buen partido. Compitió con un serio rival en una cancha difícil en unas nada fáciles circunstancias como todo el mundo sabe (lesión de Ayón, vuelta de Thompkins con pérdida de ritmo evidente, sobrecarga de minutos de Randolph). El próximo partido en liga contra el Barcelona el domingo y dos días después contra el Baskonia en Vitoria.

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Madridista desde pequeñito, solo podía ser seguidor del mejor equipo del mundo; bastantes desgracias tiene la vida como para llorar por el deporte y ser fan de un equipo perdedor. Como lo mío no era precisamente ganarme las habichuelas jugando al baloncesto, decidí que lo mejor era verlo desde el otro lado de la barrera, y qué mejor forma que narrar los éxitos del Real Madrid de baloncesto. Mis referentes ligados a este deporte, sin lugar a dudas, han sido la plata olímpica de los Ángeles 84, el colegio San Viator (de donde salieron gigantes como Juan Antonio Corbalán y Carlos Jiménez) y mis hermanos mayores. Después de varios trabajos y alguna estancia en Irlanda decidí sentar la cabeza y ahora presto el mejor servicio al ciudadano desde mi posición de funcionario de la Comunidad de Madrid. No cuajó la opción de ser coordinador de cheerleaders, pero os dejo una foto ellas para que veáis que al menos lo intenté...