ATM 0 – 0 RM: Año de Copas

El Atlético y el Real Madrid dicen adiós a la Liga tras ofrecer un derbi miserable en juego, sin apenas ocasiones de gol y en el que demostraron el por qué de su situación clasificatoria.

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Es año de Copas, porque la Liga está perdida, ambos a diez puntos del liderato con un tercio del campeonato vencido. El Atlético y el Real Madrid empataron (0-0) en un partido que fue una oda al aburrimiento, sin apenas ocasiones de gol salvo en los diez minutos finales de cada tiempo y con menos fútbol que en una partida de póker. Los dos equipos madrileños llevan una temporada liguera para olvidar y en el estreno del Wanda Metropolitano en un derbi se encargaron de demostrarlo.

El Atlético es el Atlético más vulgar del Cholo. Extraordinariamente vulgar. Antaño, el Atlético era una roca defensiva y te mataba en la primera ocasión en la que te despistabas. Ahora mismo, el equipo rojiblanco tiene demasiadas lagunas defensivas y, con Griezmann totalmente ausente, con la cabeza en su próximo destino, es incapaz de aprovechar sus ocasiones. Tuvo dos claras durante el partido, un remate de Correa en el minuto 3 que solo ante Casilla la tiró fuera y otra de Gameiro, casi al final, que sacó Varane bajo palos. Pero el meta madridista no tuvo ni que ensuciarse los guantes.

El Madrid era la antítesis del Atlético. Un vendaval vertical que creaba multitud de ocasiones. Ahora no es absolutamente nada. Un equipo gris plomizo, pesadísimo, sin ideas, que se dedica a marear el balón de una manera extraordinariamente aburrida, que pega pelotazos desde los laterales como si no hubiera mañana y que no engancha un remate a puerta ni a punta de pistola. Dos tiros hacia Oblak en todo el partido, dos, los dos de falta de Cristiano. Lo que dice todo de cómo fue el partido para el Madrid.

Lo fácil en estos casos es hablar dejándose llevar por la testosterona. Que si esta jugada polémica, que si la otra, que si el brazo, que si ese pie levantado o no que le partió la nariz a Ramos… Pero el Madrid no juega a nada. Absolutamente a nada. Y si además de no tener la suerte arbitral de cara encima no tiene gol, el resultado es el único que puede ser: adiós Liga. Es año de Copas. Qué largos van a ser los fines de semana desde ahora.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.