El Real Madrid despejó cualquier atisbo de crisis al arrollar al Betis 63 a 98. El partido quedó sentenciado antes del descanso gracias al acierto triplista. En una gran actuación colectiva (ningún jugador superó los 13 puntos) se vieron grandes actuaciones como un mate de Yusta en el último cuarto, un taponazo de Tavares o 15 rebotes del caboverdiano.
En el primer cuarto, el Betis incluso fue ganando gran parte del cuarto y llegó a vencer por 16-10. Todo fue un espejismo. El Madrid reaccionó hasta el final del cuarto con un parcial impresionante de 2-19 con el que dio un puñetazo presentando sus credenciales. El triple fue clave para darle la vuelta al partido. Entre Yusta, Maciulis y Doncic solucionaron la papeleta con una demostración de tiro exterior.
En la reanudación, el Madrid no pierde la compostura y con dos triples de Rudy llega a la máxima ventaja (21-41). Carroll, Maciulis e incluso Randle empezaba a despertarse. El Betis lo intentaba pero el Madrid había roto el partido antes del descanso. El tiro exterior factor fundamental y clave para entender el dominio madridista. Al descanso los blancos vencían 36 a 53. Anosike destacaba por 12 puntos como único que oponía cierta resistancia. Por los madridistas, el juego muy repartido como al final del partido.
Tras la reanudación, el partido confirmó que el Madrid rompe el partido. Sigue anotando con cierta facilidad y con Thompkins, Campazzo y Taylor siguen ampliando la máxima ventaja blanca (42-70 minuto 24). Al final el 50-78 con una facilidad abrumadora el Real Madrid daba el partido por finiquitado.
En el último cuarto, Laso aprovechó los minutos para rotar a los menos habituales junto con Tavares. Radoncic, Yusta, Maciulis no bajaron el nivel e intensidad, detalle a agradecer ya que muchas veces es normal que un equipo ganando con tanta diferencia se deje llevar. Se vio también al ex-madridista Draper que hizo alguna jugada meritoria. Con esta gran victoria, a pesar de ser contra el colista, el Madrid al menos durante un tiempo, muestra una imagen y ambición que destierra cualquier tipo de crisis.