APOEL – RM: Un diván en Nicosia

El Madrid necesita sumar los tres puntos ante el APOEL para cerrar su pase a octavos. Zidane, poco partidario de rotaciones en Europa, podría alinear a Asensio por Isco y a Theo por Marcelo.

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Una terapia de choque, una tarde-noche en un diván para contar penas. La Copa de Europa (casi) siempre ha sido una suerte de bálsamo para el Real Madrid, que hoy en Nicosia, ante el APOEL (20:45, Antena 3) vuelve a tumbarse para buscar alguien que le reconforte. El estado de esquizofrenia que vive el equipo blanco, por mucho que se vista de normalidad, es digno de estudio. Así que someterse a un examen ‘championil’ puede servir para detectar qué diantes le está pasando al vigente bicampeón de Europa.

A diez puntos del líder en la Liga española, tras el batacazo en Wembley de su última comparecencia en la máxima competición continental, este proyecto del Madrid no arranca. Un equipo ultraofensivo pero que, curiosamente, en doce jornadas de Liga lleva menos goles que el ultradefensivo Madrid de Benítez. Pero que también lleva menos goles encajados que el ultradefensivo Madrid de Benítez. Son las paradojas de una temporada que se torció en cuanto comenzó la Liga y que no logra enderezarse, de momento.

Al menos en Europa, pese al doble trastazo contra el Tottenham (empatar en casa siempre es un trastazo para el Real Madrid, no digamos el revolcón de Wembley), la cosa parece encarrilada: de ganar hoy al APOEL, que no debería ser jamás un rival que ofrezca más que su ánimo y su energía, sellaría el pase a cuartos, 26 liguillas superadas en 26 intentos desde que se impulsó el formato Champions en la Copa de Europa.

No habrá rotaciones en el once de Zidane, poco dado a lucir algo que no sea su mejor traje cuando pasea su palmito por Europa. Tal vez Asensio ocupe la plaza de un Isco que en ocasiones muestra gestos de agotamiento, jugando todo con su club y su selección, y a lo mejor Theo podría tener su oportunidad en lugar de Marcelo, aunque al técnico francés lo que le gusta de verdad es poner al hispano-francés por delante del brasileño.

Sea como fuere, al Real Madrid sólo le vale ganar. Porque si no gana, la gota que va llenando el vaso llamado ‘crisis’ podría provocar que rebosase. No ganar al APOEL en Nicosia sería un trastazo similar a la derrota ante el Girona en Montilivi. Y lo mismo el Real Madrid descubre que le han echado a empujones de su diván chipriota.