El regreso de Juanito a Chamartín

Tras la desgraciada noche de Múnich, la carrera blanca del genio de Fuengirola se terminó. Fichó por el Málaga y visitó en dos ocasiones el Bernabéu: una para medirse al Castilla y otra, al Real Madrid.

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Gallego y Juanito, capitanes del Real Madrid y el Málaga
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Encontrarse en las horas previas de un Real Madrid–Málaga y no recordar la figura de Juanito es prácticamente imposible. Con sus luces y sus sombras, el de Fuengirola se hizo un gran hueco en la historia madridista y si aquel trágico accidente no hubiera segado su vida es más que probable que hubiera acabado poco tiempo después incorporándose al organigrama de entrenadores de la Casa Blanca. Hoy no vamos a evocar la etapa del Juanito madridista ni su incipiente carrera de entrenador, sino que vamos a recordar su vuelta al Bernabéu vistiendo una camiseta distinta a la blanca.

La desgraciada noche de Múnich corto la carrera del malagueño.

La salida de Juanito del Real Madrid fue traumática: una semifinal de Copa de Europa en Múnich, un arbitro nefasto, un partido bronco y duro, un arrebato de furia, un pisotón. La imagen de un Juanito cabizbajo y cariacontecido, siendo acompañado por Agustín a vestuarios, parece intuir que el malagueño se ha dado rápidamente cuenta de lo que puede acarrear su expulsión. Tras la ducha Juanito aparece ante la Prensa y es consciente de la locura que ha cometido: «Ha sido mi otro yo, el yo malo, el que ha podido al yo bueno, y en un momento lo estropeé todo. De verdad que no era yo. Los nervios me han jugado una mala pasada, y sé que he cometido una de las mayores torpezas de mi carrera. Lo siento muchísimo por mí mismo y por mis compañeros, a los que dejé con diez jugadores en un momento trascendental del choque. Las cosas se han puesto negras por un señor de negro. Ese penalti que nos ha pitado en un momento decisivo no lo ha sido de ninguna de las maneras. No tiene, además, la menor personalidad, porque se ha dado cuenta de que había metido la pata y se ha dejado zarandear por todos nosotros». La UEFA no se anduvo con tonterías: era reincidente tras el episodio de Zuúich en 1978 con el árbitro, y le sancionó con cuatro años de suspensión en competiciones internacionales.

El malagueño tiene 32 años y esta en su décima temporada en el Real Madrid. Ramón Mendoza, la víspera del partido en Múnich, había dejado entrever a la prensa que tanto el como Santillana continuarían una temporada más en el equipo, ya que finalizaban ambos contrato ese año, pero la agresión cambia las tornas. Desde ese momento dejará de aparecer en el equipo. A comienzos de mayo, Juanito hace publico el interés del Málaga y ve con buenos ojos el volver a su tierra, aunque se considera un hombre de club y dice que primará lo que decida el propio club blanco, porque su intención es continuar en él. Sin embargo es consciente que su etapa en Madrid ha finalizado. Mendoza y el hablan y finalmente el malagueño abandona el club para volver a casa. Antes de acabar la temporada volverá a jugar unos minutos, en la 38ª jornada, ante el Zaragoza, donde sustituirá a Míchel a falta de 12 minutos: el Bernabéu le recibirá con una pitada. Volverá a jugar unos minutos ante el Sporting de Gijón en la 41ª jornada, aunque se retirara lesionado al poco de salir desde el banquillo. Serán sus últimos minutos en un partido oficial con la camiseta blanca. Volverá a vestirse de corto, aunque sin jugar, el día de la celebración de la Liga donde sus compañeros le levantaron a hombros ante el publico madridista.

Primera visita de Juanito al Bernabéu: con el Málaga y ante el Castilla

Juanito llega a un Málaga que comienza su tercera temporada consecutiva en Segunda División en septiembre de 1987. La misma categoría donde también juega el filial madridista, el Castilla. El calendario deparara que ambos se enfrenten en Madrid en la tercera jornada liguera, en Madrid. ¿Y dónde jugaba el Castilla en aquellos años? Pues en el mismo Bernabéu, por lo que de esta forma el malagueño volvía a pisar el césped de Chamartín después de tres meses y nueve días de hacerlo por ultima vez con la camiseta blanca. El Málaga, entrenado por Kubala, era un equipo veterano no exento de calidad. Además de Juanito, estaban Boquerón Esteban, los exrojiblancos Clemente y Ruiz, el hungaro Szendrei… Los malaguistas ganaron aquel sábado al Castilla por 1-3. Alrededor de 6.000 personas, más de lo habitual, se acercaron aquella tarde para ver el partido y aplaudir a un Juanito que colaboró en los primeros goles blanquiazules y que se llevó una gran ovación de los presentes, al ser sustituido en la segunda parte. Tantos años en el Bernabéu le jugaron una mala pasada a Juanito en el descanso: debido a la costumbre, se encaminó por error al vestuario local.

El Málaga no se apeó en toda la temporada de los tres primeros puestos, por lo que acabó ascendiendo a Primera División al término de la campaña: se acercaba una hipotética visita del genio malagueño a Chamartín. El calendario deparó esa fecha para el 14 de diciembre de 1988, aunque sin embargo la huelga general que paralizó el país aquel día obligo a suspender el partido y trasladarlo a un día entre semana, al 11 de enero siguiente.

Juanito, posando con el XI del Real Madrid en su primera visita con el Málaga al Bernabéu

Alrededor de media entrada en el Bernabéu, que ovacionó al Málaga en general y a Juanito en particular cuando le nombraron por megafonia. El malagueño, que ejerció de capitán junto al madridista Gallego, comenzó nervioso, y es que jugar ante el Real en Chamartín no era lo mismo que contra el Castilla. Poco a poco se entonó y cuajó una buena segunda parte, donde colaboró activamente en el gol malaguista. Aunque adelantó Butragueño al Real Madrid, al poco de comenzar el segundo tiempo un balón largo hacia un Juanito desmarcado, hizo que éste encara a Gallego, al que quebró con el cuerpo para acabar centrando hacia al área con tan buena suerte para él que Chendo intentó despejar y lo único que consiguió fue marcar en propia puerta dando el empate a los visitantes. Juanito no celebró aquel gol y tan solo dejó perdida la mirada hacia el suelo. Con tan pintoresco gol el partido se encaminaba hacia el empate final, hasta que en el minuto 91 Gallego acertó a rematar un balón rechazado por el poste tras un lanzamiento de Hugo Sánchez, poniendo el 2-1 en el marcador. Al final del partido el de Fuengirola reconocía que llevaba año y medio esperando ese momento y se permitió el lujo de fotografiarse con el once madridista que jugó aquella noche.

Curro Romero le cortó la coleta al torero Juanito

El Málaga sufrió aquel año, aunque consiguió permanecer en primera tras maniobrar toda la temporada durante la zona baja de la clasificación. Al término de esa temporada Juanito decidió retirarse, con corte de coleta incluido por parte de Curro Romero sobre el césped de La Rosaleda durante su partido homenaje en junio de 1989. Sin embargo, como buen torero, no lo hizo definitivamente y volvió en la primavera de 1991 a jugar varios partidos con el equipo de Los Boliches, en Segunda B, en la que fue su última aventura sobre el césped.

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.