PAN 82 – 80 RMB: El Madrid se quedó sin tostada

El Real Madrid dejó escapar una renta de 16 puntos en una segunda parte francamente mala. Doncic, luces y sombras. Rudy, 19 de valoración, sigue creciendo. Thompkins falló el triple decisivo

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El Real Madrid se quedó sin tostada en Atenas, después de que se la dejase robar por el Panathinaikos en unos dos últimos cuartos muy flojos del equipo de Pablo Laso, lastrado por las lesiones. Los helenos ganaron 82-80 en un final apretado, remontando los 16 puntos de ventaja que llegaron a tener los madridistas en el OAKA, pero el rebote, la falta de precisión y la defensa del equipo verde dejaron al Madrid con un palmo de narices. Ya van tres derrotas consecutivas a domicilio en Euroliga.

Nada hacía presagiar en una derrota madridista en el tramo de partido que transcurrió hasta el descanso. Pese al ejército de bajas entre los de Laso, Tavares, que tuvo un gran arranque, y Doncic (once puntos en el primer cuarto) hicieron que el Madrid pusiera tierra de por medio en el primer cuarto, sólo empañado por un triple de la zurda de KC Rivers sobre la bocina: 23-28. En el segundo cuarto, el Madrid se gustó de verdad, en un ambiente terriblemente hostil. En ese parcial, la labor de Rudy y de Randle por fuera y la de Thompkins y Reyes en la pintura parecía que acabarían de decantar el partido para los foráneos. El 40-54 del descanso pudo ser mayor, pero Doncic andaba demasiado acelerado y regaló algún balón extra innecesario.

Pero todo cambió tras el descanso, con la habitual ayudita arbitral de Lamonica al rival del Madrid, sea el que sea. Calathes y Gist comenzaron a martillear el aro madridista, los de Laso perdieron el control de la zona y Singleton, con 10 puntos, se convirtió en una pesadilla. Un triple de Campazzo evitó que la sangría fuera mayor, pero fue un espejismo. En el último parcial, y con un Rivers inconmensurable, el Panathinaikos liquidó la remontada con un parcial de 13-0 (62-62, minuto 28), se puso por delante y no puso tierra de por medio debido a un increíble triple de Doncic a una pierna que sin embargo emborronó después con una pérdida evitable. En la última jugada del partido. Thompkins tuvo el triple que le hubiera dado la victoria a los blancos, pero fue agua.

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Madridista desde pequeñito, solo podía ser seguidor del mejor equipo del mundo; bastantes desgracias tiene la vida como para llorar por el deporte y ser fan de un equipo perdedor. Como lo mío no era precisamente ganarme las habichuelas jugando al baloncesto, decidí que lo mejor era verlo desde el otro lado de la barrera, y qué mejor forma que narrar los éxitos del Real Madrid de baloncesto. Mis referentes ligados a este deporte, sin lugar a dudas, han sido la plata olímpica de los Ángeles 84, el colegio San Viator (de donde salieron gigantes como Juan Antonio Corbalán y Carlos Jiménez) y mis hermanos mayores. Después de varios trabajos y alguna estancia en Irlanda decidí sentar la cabeza y ahora presto el mejor servicio al ciudadano desde mi posición de funcionario de la Comunidad de Madrid. No cuajó la opción de ser coordinador de cheerleaders, pero os dejo una foto ellas para que veáis que al menos lo intenté...