No es el Málaga que hoy visita el Bernabéu (16:15, BeIn LaLiga) un adversario especialmente temible. Tercero por la cola, siete puntos en doce jornadas, su casillero sólo acumula puntos como local. Lejos de La Rosaleda, seis partidos, seis derrotas, trece goles en contra, ninguno a favor. Pero el Málaga tiene en el banquillo a un entrenador que conoce como nadie cómo se las gasta el estadio madridista cuando a su equipo, cuando a su Real Madrid, la cosa se le tuerce. El Factor Míchel y su conocimiento de la especial idiosincrasia del coliseo de la Castellana ponen a prueba al Madrid que recuperó la pegada en Chipre.
Lo primero será ver cómo recibe el estadio a su equipo. Lo normal es que lo haga con tranquilidad, pese al empate del pasado sábado en el Wanda ante el Atlético que dejó a los de Zidane a diez puntos del liderato liguero. Pero como la cosa se tuerza, como el público vea que no hay esfuerzo sobre el campo, la cosa comenzará a complicarse. Así que toca dejarse el alma, en cada carrera, en cada regate, en cada salto, en cada balón dividido… Pelear por no perder aún más comba y esperar el milagro. Es lo que tiene el Real Madrid, para lo bueno y para lo malo. En cualquier otro equipo estar a diez puntos del liderato supondría pasar el año con las manos en los bolsillos y en éste, ése que viste de blanco y tiene doce Copas de Europa en su sala de trofeos, significa que hay que trabajar el doble si no quieres que te coman. Se llama exigencia, y es lo que hizo grande al club.
Míchel sabe de eso. Como lo sabe también la cantidad de ex canteranos madridistas que salpican la plantilla malaguista, cinco, encabezados por el hijo del entrenador: un Adrián González que ha encontrado la estabilidad y el fútbol en la Costa del Sol y está ofreciendo su mejor versión. El Málaga sabe lo que tiene que hacer: defender y esperar a que el partido avance. Si llega al minuto 70 con un resultado corto, ahí estará su posibilidad de puntuar en el partido.
Respecto al Real Madrid, no le cabe otra que la de siempre: ganar. Un traspié significaría un trastazo morrocotudo y ciertamente ofuscante. En principio, Zidane dará descanso a varios jugadores pero el hecho de que entre semana haya Copa puede hacer que el once sea una sorpresa. En principio Achraf jugará, igual que Ceballos, Vallejo o Mayoral, y también Cristiano, más necesitado de goles que de descanso. Todo apunta a que Benzema no estará de inicio, lo que hará que, como siempre, salten las dudas: si Zidane no le alinea para protegerle del público del Bernabéu o si lo hace por las rotaciones. Discutir por fruslerías: la salsa del fútbol después de lo que tiene que hacer el Madrid: ganar. Esté enfrente Míchel o San Míchel.
