JAZ – RM: Último reto de un año glorioso

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Son dos escalones más los que le quedan al Real Madrid para cerrar un 2017 que ha vuelto a ser histórico, algo a lo que el club blanco lleva unos años acostumbrando a sus seguidores. El equipo blanco disputa esta tarde (18:00, TVE1) la primera semifinal del Mundial de Clubes ante el Al Jazira en Abú Dhabi, la casa de su adversario, en lo que es el primer paso del primer escalón: el segundo paso será la hipotética final, si gana esta tarde, y el segundo escalón, el Clásico del 23D.

Pero para empezar la marcha que cerrará este 2017 en el que el Madrid se ha echado una Liga, una Copa de Europa y dos Supercopas a las alforjas, lo primero será eliminar al Al Jazira. Un modestímo equipo emiratí que, de la mano de Henk Ten Cate y con dos buenos jugadores en punta, Romarinho y Mabkhout, tienen clarísimas las ideas: defensa a ultranza y a pescar algún golito. Los del Padre de Gacelas (eso quiere decir en árabe Abú Dhabi) se basan en eso: en que sus dos puntas corran como locos en las contras. El Madrid sabe lo que le espera en la ciudad de las islas. Y precisamente eso quiere decir en árabe Al Jazira (exactamente el mismo nombre que la ciudad española llamada Algeciras), «la isla».

Zidane se dejará de experimentos y no forzará, parece, ni a Varane ni a Bale, que parecen salir de sus lesiones satisfactoriamente, aunque decir eso en el caso de estos dos jugadores es como jugar a la tortilla rusa de Airbag. Saltará al campo el mejor equipo disponible, el de gala a estas alturas de temporada, así que vuelven Casemiro e Isco al once y habrá que ver cómo repercute eso en la velocidad de crucero de un equipo que no es de Abú Dhabi, sino de Madrid, pero que galopando como gacelas ha hecho de este 2017 que se nos acaba su cortijo. Que lo siga siendo.

 

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.