RM – GRE: La Sexta no puede esperar

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Quién se lo iba a decir a toda una legión de madridistas, la nacida a partir de 1966, la misma que tuvo que esperar hasta 1998, 32 largos, eternos, años, para alzar al cielo de Amsterdam la ansiada Séptima de Copa de Europa. Apenas 19 años después de Mijatovic, que es como el madridismo cuenta los años, sólo 19, poco más de la mitad, el Real Madrid podría levantar la Sexta, otra vez. Pero esta vez, la Sexta Copa del Mundo de Clubes. En 1997 el Madrid tenía una, la conquistada ante Peñarol. Esta noche, ante Gremio (18:00, TVE1) y en Abú Dhabi, pueden ser ya seis. Seis veces campeón del mundo.

Cierto es que no es el título de selecciones, con toda la liturgia, fases de clasificación, sorteos con bolas a diferentes temperaturas, cocciones (sin a, leen bien: cocciones) arbitrales. Pero lo cierto que es que FIFA, poco a poco y con mucho esfuerzo, va consiguiendo que este torneo vaya calando. Tal vez ampliar su participación a los cuatro semifinalistas europeos y los cuatro suramericanos le daría un impulso global tremendo, involucrando a las grandes Ligas europeas, pero qué sabrá quién escribe esto de fútbol moderno, de marketing, merchandising y branding. Si acaso, de escribing. Y poquito.

Más allá de todo eso, el Real Madrid afronta la final del Mundial de clubes ante el Gremio Portoalegrense (hay varios Gremios más en Brasil, no sólo el de Porto Alegre: Belo Horizonte, Anápolis…) con todos sus efectivos disponibles, que es algo así como decir que para la lotería del día 22 hay alguien que tiene un décimo de cada número. Algo casi inviable pero que le hace terroríficamente favorito para llevarse el premio a casa. Jugará Ramos de inicio, igual que Carvajal, y vuelve Kroos, así que el habitual equipo de gala de Zidane para los partidos importantes, con la salvedad de que Isco seguirá siendo titular en el puesto de un Bale que debería tener ya media horita en la final si la cosa no marcha torcida.

El Gremio de Renato Gaúcho, que lleva una semana pretendiendo convertirse en una especie de Stoitchkov a la cachaça, jugará a lo que más pupa le hace a los blancos: agazapado en su área, cubriendo los centros laterales con la envergadura de sus centrales y saliendo como centellas a la contra para tratar de aprovechar el olfato de Lucas Barrios. A lo mismo que el Al Jazira, vaya. Así que la concentración de los madridistas será clave. Más aún, recordando el susto que se llevó del Kashima Antlers en la final del año pasado, en Yokohama. Y encima con el VAR y sus parones para darle emoción al asunto.

Para acabar, se espera que el tiempo empeore notablemente en Abú Dhabi, escenario de la final, a lo largo del día. Pese a que durante toda la semana la temperatura ha rondado los 27 grados, hoy se espera que una borrasca llegue a esta zona del Golfo Pérsico, acompañada de una tormenta de arena y lluvia. Sí, en el desierto también llueve a veces. Y si hay arena en suspensión, lo que llueve es barro. Unas condiciones climatológicas que podrían ser muy peculiares para tratar de conquistar la Sexta.