Era una visita al campo de Los Pajaritos pero bien podía ser la visita al Fernando Torres de hace unos meses. El Real Madrid derrotó al Numancia por tres goles a cero, pero la imagen no fue nada positiva. Al igual que en la anterior ronda, el equipo blanca solo pudo adelantarse con dos goles de penalti, y un cabezazo in extremis de Borja Mayoral tras un sensacional centro de Achraf.
Si bien los blancos se plantaron en el terreno de juego con ganas de abrir la lata, la verdad es que hasta la media hora de encuentro no lograron tener una ocasión clara de gol. Y los jugadores sorianos dieron serias advertencias de que no habían venido a «estar y pasar» el partido. No era un trámite para ellos, era una de las mejores ocasiones en los últimos años.
Esa actitud de los locales se comprobó en su agresividad y en esas ganas de mojar la oreja al campeón de Europa, una empresa que habrían logrado de no haber sacado Kiko Casilla una gran mano cuando el encuentro rondaba el cuarto de hora. Tras esta ocasión, y el susto recibido, el partido se tranquilizó y los blancos se hicieron con el esférico -pero no con las ocasiones-. El partido se volvió plano y solamente recibió emoción de parte de la polémica árbitral: el Numancia reclamó un penalti de Theo (sin fortuna hoy) que parecía insuficiente para ser pitado. Distinta apreciación a mis ojos tuvo el correcto penalti señalado sobre Lucas Vázquez y que transformó con mucho temple Gareth Bale. Con esa polémica nos fuimos al descanso.
El segundo tiempo mantuvo el mismo esquema incluso los locales reclamaron muy pronto otro segundo penalti sobre Higinio que lo era aún menos que el anterior. Pero más allá de esas circunstancia, y del juego en largo de Dani Ceballos que dio mucha salida al juego durante la segunda mitad, el Real Madrid no terminaba de enchufarse en el encuentro.
Ni siquiera cuando Diamanka fue expulsado en el encuentro mejoró en demasía la imagen de los blancos, que tuvieron que dar las gracias tras disparar Iñigo Pérez al larguero. Isco, con otro gol desde los once metros, y Borja Mayoral con un dirigido testarazo mejoraron la apariencia del resultado. Pero las líneas no son esas, más bien apuntan a que si bien los pupilos de Zidane obtuvieron la victoria, no lograrán grandes cosas si rinden a este nivel el resto del año 2018.