Harry Kane. El delantero del Tottenham, máximo goleador mundial de 2017, es quien le hace tilín a Florentino Pérez. El próximo galáctico, si todo sigue como hasta ahora. El Real Madrid quiere que el ariete del Tottenham sea su buque insignia a partir del verano, tras el Mundial,, el de la Reconstrucción pero hay mucha leña que cortar todavía. Para empezar, la negociación con un hueso tan duro de roer como Daniel Levy, presidente del consejo de administración del Tottenham y que tanto sufrimiento provocó cuando el equipo blanco se lanzó a por Modric y Bale.
Pero es Kane el elegido. El ariete, nacido en Walthamstow (Reino Unido) el 28 de julio de 1993, tiene encandilados a todos los grandes europeos pero el Madrid está perfectamente colocado y ya ha hecho saber su interés tanto al jugador como a su agencia de representación (Unique Sports Management) y al Tottenham que está dispuesto a abrir negociaciones de inmediato acerca del futuro del jugador.
Su llegada rondaría los 175 millones de euros de traspaso, y además su salario tendría que ser, como poco, similar al que los Spurs le han ofrecido para que se quede en Londres: 11,7 millones de euros limpios al año (actualmente, cobra 6,4 hasta 2022, fin de la vigencia de su contrato, el 35º jugador mejor pagado de la Premier). Tanto su salario actual como el que le ofrece el Tottemham para contunuar está completamente desfasado para lo que se estila hoy en día entre los cracks, y por donde el Real Madrid tiene una clara vía de acceso al jugador.
Además de por sus habilidades futbolísticas, Harry Kane cumple los requisitos de galáctico después de que decidiera ceder la explotación de sus derechos de imagen a la empresa CAA Sports, la misma que por ejemplo gestiona parte de los de Cristiano Ronaldo o José Mourinho, lo que le ha hecho acreedor de ser considerado, hace apenas dos días, el tercer jugador con mayor valor de mercado del mundo, sólo superado por Neymar y Messi.
