RMB 89 – 76 TFE: Un equipo pudo con Abromaitis

Liderado por Campazzo, el Madrid superó un mal inicio y dejó clara la diferencia entre ambos equipos a pesar del partidazo de Abromaitis. Siete jugadores blancos, por encima de los dos dígitos en valoración

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El Real Madrid volvió a la senda de la victoria después de tres derrotas consecutivas y a las puertas de la Copa del Rey venció al Iberostar Tenerife por 89 a 76. Después de un flojo primer cuarto, los blancos supieron rehacerse y comandados por Campazzo se llevaron el triunfo local que supuso la decimoctava victoria en liga y sigue líder en solitario. Hasta 5 jugadores superaron la decena de puntos e hicieron baldío el partidazo de Abromaitis bien secundado por Beirán y Tobey.

En el primer cuarto después del 7-2, dos triples del Iberostar le ponen por delante con un Madrid dando facilidades para que los locales anotaran bien desde lejos o bien moviendo el balón con soltura. El intercambio de canastas hace que el liderato en el marcador cambie constantemente. Parecía que solo Doncic está motivado estando el resto de jugadores muy desacertados ante el aro. Todo eso teniendo a Abromaitis con dos faltas ya en el primer cuarto y con Ponitka desaparecido. Un primer cuarto pobre que parece reflejar lo tocados que están por la derrota hace 48 horas ante el Olympiacos. Un Beirán acertado (3/3 en triples) hace que la entrada de Carroll y Maciulis no supongan ningún cambio en cuanto a juego y resultados. Lo intenta Causeur pero es insuficiente. Con el 18 a 21 terminan los primeros diez minutos.

Con Felipe en cancha se consigue un parcial de 9-0 que devuelve la normalidad al partido con un Madrid totalmente diferente robando con agresividad, anotando con soltura, contraataques. En definitiva se ve más mordiente influidos por la entrada del capitán. Con Campazzo cogiendo las riendas del equipo el Iberostar entra en crisis y el jugador argentino campa a sus anchas ante un rival impotente para detenerlo. El Iberostar está unos 6 minutos y medio sin anotar aunque bien es cierto que el Madrid no acaba de romper el partido (30-21 minuto 16). Incluso una antideportiva a Campazzo no sirve para descentrar a los blancos. Al final del cuarto, el Madrid vence por 43 a 34 con varios detalles importantes. La valoración es favorable al Madrid 62 a 34. Campazzo lleva 7 puntos y 6 asistencias, Reyes 9 puntos y 3 rebotes y Doncic 7 puntos. Causeur 4 asistencias. Por los visitantes 12 puntos 3 rebotes y 3 asistencias de Beirán, 8 puntos de Abromatis que empezaba a despertar y 7 de Tobey. Los tinerfeños llevan un 70 % en acierto triplista pero a su vez llevan un horroroso 22 % en tiros de dos.

A la vuelta de los vestuarios, con un Ponitka desactivado en la primera parte (0 puntos) la fluidez ofensiva del Madrid es una constante aunque no era mucha la diferencia en el marcador pero poco a poco se va consolidando la ventaja. (del 52-44 en el minuto 24 se pasa al 68-53 al final del cuarto). Abromatis cogía el relevo de Beirán pero Campazzo se empeña en protagonizar el partido buscando el aro ya sea asistiendo o forzando faltas con algún 2+1 en su haber. La ventaja desde el minuto 25 ya no bajará de 10 puntos hasta su finalización. Además el momento en que Beirán y Abromaitis descansan a la vez el equipo insular lo acusa ofensivamente y tienen serios problemas para seguir anotando con continuidad. El norteamericano llevaba ya 28 de valoración al término de los 30 minutos. El 68 a 53 deja bien a las claras la inercia del partido y se consigue la máxima diferencia hasta el momento.

El Tenerife lastrado por el desacierto en tiros de dos puntos ya parecía haber bajado los brazos. A ratos el Madrid parece adormecer el partido, controlando a su gusto y en contadas jugadas salen a relucir jugadas de mucha calidad (como un alleyoop de Randolph gentileza de Doncic casi al final del cuarto). Con un Abromatis cansado, un Beirán al que se le ha acabado el arsenal, una jugada de saque de fondo visitante con pérdida de balón directamente fuera es el mejor reflejo de que el Iberostar había desconectado del partido y lo daba por perdido. Se llega a la máxima diferencia (81-61 minuto 36) con Carroll uniéndose a la fiesta junto con Causeur. Un 7-0 de los visitantes es un espejismo. Después de un tiempo muerto todo vuelve a su cauce. Al final 89-76 en un posible enfrentamiento en semifinales de Copa en la semana venidera.

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Madridista desde pequeñito, solo podía ser seguidor del mejor equipo del mundo; bastantes desgracias tiene la vida como para llorar por el deporte y ser fan de un equipo perdedor. Como lo mío no era precisamente ganarme las habichuelas jugando al baloncesto, decidí que lo mejor era verlo desde el otro lado de la barrera, y qué mejor forma que narrar los éxitos del Real Madrid de baloncesto. Mis referentes ligados a este deporte, sin lugar a dudas, han sido la plata olímpica de los Ángeles 84, el colegio San Viator (de donde salieron gigantes como Juan Antonio Corbalán y Carlos Jiménez) y mis hermanos mayores. Después de varios trabajos y alguna estancia en Irlanda decidí sentar la cabeza y ahora presto el mejor servicio al ciudadano desde mi posición de funcionario de la Comunidad de Madrid. No cuajó la opción de ser coordinador de cheerleaders, pero os dejo una foto ellas para que veáis que al menos lo intenté...