El Madrid le echa el ojo a Malcom

El Real Madrid le tiene echado el ojo al extremo del Girondins en caso de marcha de Bale. Tiene 21 años, es un consumado regateador y su precio no es desorbitado: alrededor de 50 kilos

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No tiene el tirón mediático de Neymar, pero el Real Madrid no le quita el ojo de encima a otro habilidoso y alborotador extremo brasileño que juega en la Liga francesa. El club blanco anda muy pendiente de las evoluciones de Malcom, jugador de banda del Girondins. Malcom Filipe Silva de Oliveira, de 21 años cumplidos en febrero, se ha convertido en uno de los futbolistas más importantes de la Ligue 1, nueve goles y seis asistencias en 28 partidos, y su precio, en torno a los 45-50 millones de euros, le hacen un jugador sumamente apetecible. También para el Real Madrid.

La previsible salida de Gareth Bale del Real Madrid para la próxima temporada, algo que parece un hecho, dejaría al Real Madrid desguarnecido en su juego por banda. Sólo Lucas Vázquez y Asensio, además de un Cristiano Ronaldo que ya no está para jugar tirado a un costado, son demasiado poco recurso para un equipo de la entidad del blanco, que en caso de confirmarse la salida del galés busca pólvora para poder dinamitar los partidos abriendo el campo. Y ahí Malcom, un consumado gambeteador, de esos brasileños muy menudos (1,71) y descarados, encaja con lo que el Real Madrid anda buscando para cubrirse las espaldas.

Malcom ya ha despertado el interés de otros clubes con vitola Champions durante el pasado mercado de enero: Arsenal y Tottenham se interesaron por su contratación, y el Bayern ha estado marcándole de cerca en los últimos tiempos, pero el brasileño se quedó en Burdeos con la promesa del club bordelés de dejarle marchar en verano. Alrededor de 50 millones le sacarán de la ciudad vinícola. Y el Real Madrid anda con la caña preparada porque Malcom, sí, es una pieza apetecible en el mercado.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.