La contracrónica: Una tarde tonta

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Carvajal, Costa y Varane pugnan un balón aéreo
Carvajal, Costa y Varane pugnan un balón aéreo
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Derbi descafeinado con leche de soja caducada y una sacarina. Así estaba previsto y así ha sido. El Madrid comenzó con demasiadas ganas de endulzarlo, pero Oblak es demasiado soso y nos amargó del todo. Para más inri, Zidane puso la acidez que faltaba sentando a Cristiano con media hora todavía por delante. Demasiados sabores y todos tan malos como el colegiado: Javier Estrada Fernández.

Este Real Madrid-Atlético de Madrid será recordado -si no cae en el olvido, que lo hará- por haber sido el partido que arrancó con un mosaico en las gradas que no se entendía, que siguió con miles de turistas que iban con el que marcase primero y que terminó con un Cristiano echando el freno de mano. Los de Zidane han apostado toda la temporada a una sola carta y no están dispuestos a perder el tiempo con otros jueguecitos. Tiran el dado y si cae un seis, ¡cojonudo! ¿Que es un uno?, ¡pues cojonudo también!

El Madrid lo ha intentado. Ha sido superior al Atlético de Madrid y ha tenido la mala fortuna de toparse con un árbitro al que se le pixelaba la imagen dentro del área de los rojiblancos en todas las acciones polémicas. Pero, ¡oye! Para ser ciego no lo ha hecho tan mal. No seamos tan exigentes, carajo. Todos tenemos una tarde tonta. Una detrás de otra, quicir.

Como decía al principio, en el minuto sesenta de partido Zidane ha decidido que en el Santiago Bernabéu ya no se jugaba más. Salía Cristiano y entraba Benzema. Una sustitución del todo pactada, así lo mostraba el rostro amigable del portugués. Cuando le cambian y él no lo sabe, se nota. Hoy las negaciones con la cabeza las he hecho yo, no él. Los insultos molones en portugués los he propinado yo, no él. Y las patadas al sofá como si fuera el banquillo las he dado yo, no él.

Tanto Zidane como Cristiano se han equivocado tomando la decisión de darse un respiro. Justo hoy, con el empate en el marcador y en un derbi, no creo que fuera el escenario más adecuado. Eso sí, que Ronaldo haga lo que le salga de los pies. Él es el culpable de que sigamos vivos con una sola carta en la mano. Se ha cargado a unos parisinos con bengalas y está cerca de hacer lo propio con unos italianos que se las daban de guapos. Algunos, con toda una baraja en su poder, nos temen. Así que donde tú digas vamos y hasta dónde tú quieras llegaremos.

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Mientras intentas descubrir algo más sobre mí en estas líneas yo me ando paseando por algún lugar de Barcelona con el escudo del Real Madrid en el pecho. Desconozco si soy un valiente o un imbécil, pero me excita. Son tantos los que me miran mal como los que empatizan conmigo. Así que si algún día desaparezco que sepáis que o me han matado a palos o a besos. Y si eso ocurre… ¡Que nos quiten lo escrito y leído por aquí! Eso sí, ¿hablaréis bien de mí, no? ¡Más os vale!