RM – JUV: Un chute de guindillas

Demasiado estado de euforia en el madridismo: ni siquiera se ha convocado el habitual recibimiento al autobús del equipo. Vallejo por Ramos, único cambio respecto al XI que jugó en Turín

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Bien haría hoy el Real Madrid en ponerse, así como entretenimiento en la residencia de Valdebebas, el Roma-Barça de ayer noche, desmenuzadito, analizado y como terapia para que los once elegidos por Zidane, más los siete del banquillo, tengan las orejas más tiesas que una lámina de acero. El equipo blanco, aplastante triunfo 0-3 en la ida ante la Juventus, recibe a la Vecchia Signora (20:45, BeINSports) sin nada que ganar y todo, absolutamente todo que perder. Así que mejor no confiarse.

La Roma demostró anoche lo que un equipo es capaz de hacer cuando tiene que ir en busca de un resultado desesperado, en su caso remontar un 4-1 ante uno de los a priori favoritos para llevarse el título. No suele pasar que se cumplan todas las condiciones, pero a veces, y por mucho que todos anden avisados, sucede. Todo parte de una premisa: de un exceso de confianza del rival en ventaja que le hace encajar un gol tempranero. A la Roma le funcionó, porque con su gol en el minuto 5 al Barça le entró el canguelo. Al City, otro que tenía que remontar un 3-0 y marcó en el 1, no.

Todo lo que no sea entrar en el campo con el cuchillo entre los dientes, como si lo de Turín hubiera sido en otra edición de la Champions y no en ésta, como si este partido de hoy fuera la ida aunque realmente sea la vuelta, será un paso atrás terrorífico. La afición blanca anda eufórica, demasiado poco tensionada (tanto es así que ni siquiera se ha convocado el habitual recibimiento al autobús del equipo, como si el partido de hoy fuera un amistoso) y si eso se le contagia al equipo, malo: porque la Juve es un equipazo, el actual subcampeón de Europa por si alguien no lo recuerda. Así que si Zidane tiene que meterle a sus jugadores un chute de guindillas para que salten al Bernabéu escocidos, adelante.

Zidane jugará con los mismos (salvo Vallejo por Sergio Ramos) que arrasaron Turín. Allegri, sin Dybala, apostará por un muy ofensivo 4-3-3 para tratar la proeza, nunca nadie remontó un 0-3 adverso en la ida en Champions. Pero para que no haya sustos ni desfibriladores a mano, todo, absolutamente todo, pasa por el Real Madrid: si los de blanco quieren, esta eliminatoria está ya sentenciada. Ahora queda esperar a que el balón eche a rodar para ahuyentar cualquier posible fantasma.