Aún colea el Clásico del Nou Camp, y lo sucedido en el túnel de vestuarios durante el descanso, con la expulsión de Sergi Roberto por su agresión a Marcelo aún caliente y con los jugadores del Barcelona visiblemente alterados, algunos de ellos incluso con los ojos inyectados en sangre como se puede comprobar en las imágenes televisivas. Y es que en el Real Madrid aún alucinan, literalmente, con la actitud y extrema agresividad de los futbolistas culés. Sobre todo, con un Messi que rompió su imagen de chico dócil en la de una suerte de dragón de tres cabezas contra el colegiado, el canario Hernández Hernández.
Desveló La SER una parte de lo sucedido en el túnel, con Messi gritándole al árbitro «te cagás, te cagás, basta ya de regalarle cosas». El vestuario del Real Madrid no ha querido hacer sangre y hasta Sergio Ramos le trató de quitar leña al fuego, asegurando que «Messi le trató de meter algo de presión al árbitro, pero es fútbol y todo hay que dejarlo dentro del campo. Siempre que no vaya a hacer daño hay que tener ese respeto».
Pero pasaron más cosas, muchas más. En el vestuario del Real Madrid hay jugadores que piensan que «si llegamos a decirle nosotros al árbitro lo que le dijo Messi, nos meten 20 partidos», señalan desde las entrañas de la plantilla. Pero no sólo es cosa de Messi. Porque el propio vestuario blanco no duda en asegurar que «ha salido el nombre de Messi, pero Jordi Alba y Piqué también acorralaron al árbitro y le dijeron de todo. Lo sorprendente es que Hernández Hernández no hizo nada: se quedó de pie, aguantó el chaparrón de improperios y como si tal cosa. A nosotros nos hubiera fundido».