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Y estalló, harto del chuleo del Real Madrid. Cristiano Ronaldo se proclamó campeón de Europa por quinta vez en Kiev, con una participación menos contundente que en otras finales, pero su falta de presencia en el partido tuvo su contrarréplica en la celebración. En el día en el que Ronaldo igualaba a Di Stéfano en número de títulos, cinco, decidió soltar lo que llevaba dentro. Con una renovación al alza pactada desde marzo, el Madrid aún no le ha dado el nuevo contrato para firmarlo, siempre dándole excusas. Y eso le ha dolido, porque el Madrid sigue siendo el club de su vida.

No es para menos. Ronaldo comenzó a sospechar hace un mes que no le entregaban a firmar la documentación de mejora porque, si venían mal dadas y no se conquistaba la Champions, iba a ser sacrificado por el club en plaza pública para obtener algo de cash con el que intentar el fichaje de Neymar, que se mueve en unas cifras a las que el Madrid no va a llegar en la vida, porque no dispone de ese cash. Con el título en el bolsillo, al portugués le tocaba jugar entonces a lo que él decidiera, una vez que tenía la sartén por el mango, así que puso a sudar tinta china a la directiva blanca. Un «me hicisteis sufrir, ahora os toca vosotros». Ojo por ojo, diente por diente.

Cristiano se equivocó en el modus operandi, es cierto, y provocó también una enorme tensión no sólo en el Real Madrid o entre sus aficionados, sino también en Gestifute, su agencia de representación, porque no se esperaban que el delantero luso fuera a hacer lo que hizo. En los próximos días le tocará al Real Madrid mover ficha: o le entrega la documentación para la ampliación de contrato, y de inmediato, o le pondrá en el mercado. Justo cuando Cristiano ha igualado a Di Stéfano. Mal asunto.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.