El martes 29 de mayo (22.00 horas peninsular MD1) el Madrid juega ante el Iberostar Tenerife con la intención de cerrar la serie de cuartos y obtener el billete para los playoffs. Los de Laso no deberán confiarse ya que aunque dominaron el primer partido, los tinerfeños no se descolgaron en ningún momento.
A pesar de las ausencias de San Miguel y White, el trío formado por Tobey, Abromaitis y Vasileaidis supuso un problema. Los canarios fueron competitivos y solo la diferencia de plantilla decantó la balanza hacia el Madrid. Es cierto que se defendió bien pero el juego no fue fluido y se vio a los blancos muy irregulares. Las constantes pérdidas (17) pudieron habernos costado un disgusto en otras circunstancias.
Laso reconoce que el último mes ha sido muy intenso con un gran desgaste pero queda poco para terminar la liga y conseguir el último título en liza sería el mejor broche de oro de la temporada. Por eso, hay que pedir un esfuerzo para conseguir la clasificación para semifinales. La plantilla es amplia y sabrá responder. Sigo insistiendo que se llega en el mejor momento de la temporada y no se puede despreciar un título como es la liga.
Como decíamos, la baja sobretodo de San Miguel supuso un grave contratiempo para Katsikaris y a pesar de la buena actuación de Borg, Bassas y Akognon, el maño es un jugador contrastado en el que deposita muchas esperanzas el entrenador griego. Sin ser una estrella, ha encontrado una estabilidad de la que carecía en otros equipos. Por otro lado, exceptuando el tema de las pérdidas, deberá volver a encontrar el espíritu clásico del equipo, el ADN del Madrid. Defensa y contraataque. La defensa ya la estamos viendo. De hecho ya llevaba tiempo defendiendo aunque de manera irregular y en la Final Four nos demostraron que iban a muerte. Solo nos falta seguir con esa agresividad defensiva y encontrar la regularidad en el contraataque efectivo junto con una mejora del triple que en el primer partido de la serie volvió a empeorar. El trabajo defensivo en general es de nota y el Tavares en particular es impresionante. La ayuda defensiva del caboverdiano muchas veces no se valora como es debido y hay que reconocer que está siendo un bastión defensivo.
Hay equipo, hay confianza, por lo menos yo la veo, y hay que esperar que el segundo partido de cuartos sea el último de la serie para los dos equipos.