EGI 0 – 1 URU: Giménez descorcha el atasco de Suárez

El central del Atlético marcó a balón parado en el 89 después de que Luis Suárez marrase tres ocasiones de las que no fallaba ni Julio Salinas. Mohamed Salah no disputó ni un minuto con Los Faraones

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Fue en el 89′, a balón parado, y por medio de Josema Giménez, el central recién renovado por el Atlético a quien algunos se empeñaron en colocar en el Real Madrid. Uruguay derrotó a una Egipto sin Salah (0-1) con todo merecimiento, porque mereció ganar el partido. Pero los clamorosos errores de Luis Suárez, el portero egipcio Al Shanawi y un poste habían evitado que la bicampeona del mundo tuviera un partido más cómodo.

Porque Luis Suárez, con tres errores clamorosos frente a la portería de Los Faraones, dos de ellos absolutamente increíbles, había atascado a Uruguay ante Egipto. El delantero del Barcelona estuvo absolutamente fallón, una suerte de Julio Salinas, con dos pifias indignas de uno de los mejores delanteros del mundo, algo que él es. Uruguay no ganaba un partido en su estreno mundialista desde 1970, y Suárez parecía dispuesto a que siguera esa mala costumbre.

Por si fuera poco, el portero egipcio, Al Shanawi, apareció también para hacerle un paradón a mano cambiada al mejor de Uruguay, un Cavani que se vació por todo el campo tirando del carro, y luego un poste se alió con los de Cúper repeliendo un disparo de falta directa del delantero del PSG. Egipto fue lo que se espera de un equipo entrenado por su seleccionador, mucho orden, intento de cazar alguna contra y poco más, menos aún sin su estrella Salah. Así que excepto algún detalle de Warda hubo poco que rascar más allá de los toneles de sudor.

Por Uruguay, mientras, decepcionaron sus new age: Vecino, Bentancur y De Arrascaeta no tuvieron ningún atisbo de lucimiento durante el partido, y el juego de Uruguay fue siempre parsimonioso y con poco vigor. Hasta que apareció Giménez, metiendo la testa cuando el partido agonizaba para, en una jugada a balón parado, desatascar un partido al que Luis Suárez se había empeñado en ponerle un tapón.