El partido de este mediodía no lo dirige una productora de Piqué. Griezmann, con su futuro ya decidido, será el timón de una de las favoritas absolutas de este Mundial de Rusia 2018. Los de Didier Deschamps debutan en el Kazan Arena (12.00 horas/Cuatro) ante Australia con –posiblemente– un triplete ofensivo que bien merecería comercializar sus iniciales: Mbappé, Dembelé y el propio Antoine.
Francia no necesita presentaciones. Sería complicado mejorar alguna de sus líneas. Una de las plantillas más completas de todo el campeonato, sino la que más. En la zaga aglutinan grandes conocidos de nuestra Liga (Lucas, Varane y Umtiti) y por su centro del campo no recomendaría pasar ni a mi peor enemigo. Los Kanté, Pogba, Tolisso y compañía no son solo músculo, también tienen recorrido y deberían mostrar su fortaleza en todas las facetas.
La selección francesa llega a la cita mundialista con el sabor amargo que les dejó el subcampeonato logrado en la Eurocopa de 2016, celebrada en su país. Partían como favoritos ante Portugal, pero terminaron cayendo tras el mítico gol de Éder. Una espina clavada que tratarán de quitarse levantando el mayor trofeo al que aspira un futbolista. Para ello tendrán que comenzar con buen pie ante Australia, el rival más débil del Grupo C, que completan Dinamarca y Perú.
Los australianos llegan capitaneados por Tim Cahill. A sus 38 años de edad está a un solo gol de igualar el récord de Pelé y Klose, quienes lograron marcar en cuatro Mundiales consecutivos. Pese a que partirá como suplente, tendrá la oportunidad de intentar –desde hoy mismo– entrar en la historia. Australia la dirige Bert Van Marwijk, subcampeón mundial con Holanda en 2010 y encargado de clasificar para el Mundial de 2018… ¡a Arabia Saudí! Tras conseguir el billete para Rusia no renovó su contrato y posteriormente aceptó la propuesta del combinado australiano.