Un partido malísimo, resuelto por un gol de churro y una decisión del VAR que ratificó algo que ya habían visto los árbitros de carne y hueso. España ganó 0-1 a Irán con un tanto de rebote de Diego Costa, pasando las de Caín, con un juego con menos profundidad que la existente en un chupito y con un empujoncito del VAR, que anuló un tanto a Irán por fuera de juego que ya había advertido el juez de línea. España es líder del Grupo B del Mundial, pero el nivel mostrado hasta ahora es ínfimo.
#Iran are defending within TEN MEN in their own box ???#ESPIRN pic.twitter.com/amwh9jaJcX
— David Kappel (@kappilinho) June 20, 2018
Hierro apostó por juntar a Isco, Silva e Iniesta por dentro para intentar doblegar la muralla defensiva iraní, pero es imposible hacerle daño a nadie con tres futbolistas tan tremendamente lentos y con tan poco gol. Lo de Iniesta comienza ya a ser una broma pesada: ponerle es jugar con diez. El canario, otrora un futbolista vertical y burbujeante, parece una anciana paseando un yorkshire. E Isco es Isco, hace casi todo bien menos la elección final. Así que España embotelló a Irán en la primera parte pero sólo pudo rematar a puerta en una ocasión, las bandas eran absolutamente inoperantes. El plan de Queiroz, todos defendiendo, perdiendo tiempo hasta por el paso de un mosquito y sacudiendo cuando había que sacudir, daba efecto.
En la segunda mitad, España decidió meterle al partido lo que había que meterle: velocidad. Adiós a jugar con bastón. Isco se pegó más a la banda, los laterales llegaban arriba y los de Hierro comenzaron a avisar. Irán se mantenía impasible, pero mostró lo que quería: un zapatazo de Haji Safi ni fue gol de milagro. Y casi de vuelta de esa jugada, Diego Costa, sin querer, marcó el tanto español.
Spain 1-0 Iran Costa Goal: https://t.co/imnha7opTK via @YouTube
— FOOTBALLLOVERS (@FOOTBALLOVERSYT) June 20, 2018
El tanto, en vez de sererar a España, la acongojó aún más. Los cambios de Hierro no sirvieron de nada, fatal Koke y Asensio, e Irán se estiró. Vio cómo le anulaban un gol por fuera de juego y mano que el VAR ratificó, pero murió en la orilla, volcado en el área de De Gea, intentando todo. Entonces fue España la que perdió tiempo por todo. Y el partido se agotó. Los octavos de final están ahí, a tiro de Marruecos, pero pensar en algo más que en superar esta ronda es ahora mismo vivir en los mundos de Yupi. España juega muy mal a esto y vive permanentemente en el alambre.