El viernes no parecía para tanto, pero el sábado se cumplieron los peores presagios: César Gelabert se rompió el cruzado de su rodilla derecha preparando la final de la Copa del Rey juvenil que disputan el Juvenil A del Real Madrid y el del Atlético esta tarde (18:00, Gol) en La Fuensanta, Cuenca. Los Cachorros de Guti, tras un año por debajo de las expectativas, tienen una oportunidad no sólo de llevarse un título a la boca este curso, sino también la de ofrecerle una Copa a Gelabert que le ayude a pasar estos mínimo seis meses de baja que tiene por delante antes de poder volver a calzarse las botas.
La lesión de Gelabert, gravísima, y la menos grave de Borja Garcés, el fantástico punta del Atlético que se pierde la final por una dolencia muscular menor, dejan a los equipos de Guti y de Manolo Cano sin una de sus piezas fundamentales. El Atlético ha cuajado una temporada absolutamente brutal, ganando el Grupo V de División de Honor y la Copa de Campeones, y si gana esta Copa reeditará el triplete conseguido por ‘los gutitos’ el curso pasado. Mientras, el Juvenil A del Real Madrid ha pasado de tres títulos y unas semifinales de Youth League el curso pasado a no tener un mendrugo de pan que llevarse a la boca… hasta ahora. Cuenca es a tabla de salvación para el equipo.
La ausencia de Gelabert dejará coja la línea de tres volantes ofensivos que suele alinear Guti en su 4-2-3-1. Martín Calderón y la defensa de cuatro López-Dela-Chust-Zabarte son fijos, pero al lado del jerezano está por ver si el rubio entrenador blanco se decidirá por Antonio Blanco o por Moha. Arriba, sin César, Alberto, Miguelito Baeza y Augusto Galván justo por detrás de Pedro, el Van Nistelrooy de Valdebebas y el héroe ante el San Félix con su gol milagroso en la vuelta.
De momento, ambos equipos se han enfrentado en dos ocasiones en este curso: 1-1 en el Cerro del Espino en noviembre y 3-2 para los blancos en Valdebebas. En los enfrentamientos directos gana el Madrid, pero en títulos el Atlético va 2-0. Hoy en Cuenca toca quitar ese rosco. Y dedicarle la Copa a César.