COL 1 – 1 ING: Inglaterra olvida las penas

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Inglaterra olvida las penas desde el punto de penalti. Porque así, de penalti en penalti cado por Kane mary ganando, oh cielos, la segunda tanda de su historia, los de Southgate eliminaron a Colombia (1-1) y se plantan en cuartos de final. Dier marcó el penalti decisivo después de que Uribe y Bacca fallaran dos lanzamientos consecutivos.

El partido, el que enfrentó a cafeteros e ingleses, que se jugó a un ritmo lentísimo, casi tanto como el España-Rusia del pasado domingo. No pasaba nada en el campo, los de Pékerman lastrados por la ausencia del único de sus jugadores con calidad para encarar en el uno contra uno, James. En el minuto 37, sólo un tiro a puerta entre los dos equipos. Mucho centrocampismo, mucho orden y cero talento. Es lo que hay, pese a que Kane intentó un remate en escorzo forzadísimo que se le fue fuera y bajaba a línea de tres cuartos para provocar espacios para un Dele Alli absolutamente transparente.

Nada más comenzar la segunda parte, Kane le sacó un penalti de listo a la Roca Sánchez: le agarró primero, pero en cuanto sintió que el colombiano le agarraba a él, se puso a tirar como un lebrel desbocado en la cara del árbitro y éste, un pésimo colegiado norteamericano, vio la camiseta del inglés estirada medio metro y al del Tottenham desparramándose y pitó la pena máxima. Kane la clavó de pseudopanenka por el centro, sexto gol en la Copa del Mundo y tercero de penalti. Colombia, al fin, tuvo que dar un paso al frente, Pékerman sin dodotis pero Southgate envuelto en más pañales que La Momia: el penalti de su estrella del Tottenham fue el segundo y último disparo a puerta de los Three Lions durante los 90 minutos.

Salieron Bacca, Uribe y Muriel. Cuadrado falló una de esas que sólo es capaz de fallar él, Pickford sacó sonbre el silbatazo final un disparo igual de formidable que de lejano de Uribe, y en el córner posterior, minuto 93, Yerri Mina cabeceó a gol forzando la prórroga. Una prórroga en la que los ingleses no aparecieron, preguntándose aún cómo les habían empatado justo al final y en un saque de esquina. Inglaterra no estaba. Pero Colombia, que aceptó gustosa la cesión de tres cuartos de campo de los pross, no atinó, pese a que Mojica por el costado izquierdo y Falcao por el centro mostraron la ambición de querer resolver el encuentro.

Pero fue una prórroga eléctrica, como todas: por los calambres. Muriel y Rose, que entraron casi al final de los 90, fueron los más frescos según se acercaba el final. Ospina desbarató la mejor ocasión inglesa, de Rose, y Dier cabeceó un córner franco a las nubes, con todo a favor. Los penaltis parecían el plan final de una Inglaterra que en toda su historia sólo había ganado una tanda: a España en la Euro-96. Colombia ha sido su segunda víctima. La Inglaterra de Southgate olvida sus penas.