No perdía el Madrid una final en campo neutral desde 2004, ante el Zaragoza en Montjuïc, y la era post Zidane y post Cristiano comenzó con una derrota de las que escuecen y mucho, con tres errores defensivos de echarse las manos a la cabeza, sin llevar peligro sobre el área rival desde el descanso y acusando de manera extraordinaria la marcha de Casemiro, porque se marchó el brasileño y la familia a la que aludía Sergio Ramos ya no iba tan bien: cuando el 14 salió del campo, tocado y con 2-1, el Madrid regaló la frontal de su área y se llevó tres goles. El 2-4 final escuece, claro que sí, y hace imaginar una temporada muy larga, y eso que acaba de empezar. Esto va de reír al final, pero al principio los de blanco no han reído.
Sensational goal by Costa??? pic.twitter.com/jgNpK7MqUv
— David Kappel (@kappilinho) August 15, 2018
No pudo empezar el partido peor para el Madrid, porque en la primera aproximación de cualquier equipo a un área, entre Ramos, Varane y Keylor Navas decidieron dejar que Diego Costa marcara un golazo: demasiado transparentes los tres. Pero a partir de ahí, y tras una pájara que duró diez minutitos, los blancos se hucieron con el control del partido de manera absoluta, pero sin apenas profundidad. Sólo las cabalgadas de Bale y las irrupciones por sorpresa de Marcelo, un torbellino arriba y abajo para bien y para mal, le hacían cosquillas al Atlético. El galés, que tuvo una buena primera mitad, aprovechó también las facilidades que le dio Lucas Hernández para hacerle un roto a la defensa del Atlético y en una de ellas meter un buen centro ante el que dudó Oblak y embocó Benzema ejerciendo de, oh cielos, nueve puro.
Aquí la galopada de Bale y el gol de Benzema al Atleti pic.twitter.com/HRq2zEIoXd
— Alicia (@aliciacr7) August 15, 2018
Con el empate y la llegada del descanso, el partido cambió de cara radicalmente. Los dos equipos jugaban al trote, visiblemente agotados, y ni los cambios les proporcionaron brío. El Madrid seguía controlando el partido y un error garrafal de Juanfran, cometiendo un claro penalti por manos ante Benzema, le permitió a Sergio Ramos anotar el 2-1 de penalti. La remontada estaba hecha, el Madrid mandaba y la Supercopa se acercaba al Bernabéu. Pero Casemiro se retiró del campo, tocado, y el Madrid, que ya aparentó ser bastante vulnerable atrás durante la pretemporada, se resquebrajó. Casi apenas volvió a tocar el balón, y el Atlético, que enseñó que Lemar va a ser un buen fichaje, aprovechó para encontrar su segunda oportunidad del partido en otro fallo, esta vez de Marcelo, y Diego Costa hizo el empate que condujo a la prórroga.
What a volley by Saul! pic.twitter.com/ae9C0WJB4Y
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Y en la prórroga no hubo color. El Madrid decidió seguir regalando todo lo regalable, intentando scar el balón al toque desde su propia área ante un adversario que olía la sangre y que no iba a perdonar. Y claro que no perdonó. Un doble error de Varane y Carvajal le permitió a Saúl meter un golazo de volea ante la tontuna de los de Lopetegui, y poco después Koke, otra vez por el centro como Pedro por su casa, embocó el 2-4. Allí no había nada que rascar, y no lo hubo, salvo saber si Ceballos y Ramos, empeñados en expulsarse, lo conseguirían. Pero no lo lograron y tuvieron que presenciar sobre el césped la primera derrota oficial de la era Lopetegui. Es lo que toca, que la famiia ya no esté tan bien como Sergio Ramos decía.