Aquel lejano 10 de febrero de 1929

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Jaime Lazcano, en foto coloreada ©diarioas
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Con media España aún en la playa y las imágenes del Mundial de Rusia todavía visibles por el espejo retrovisor, comienza hoy en el Santiago Bernabéu un nuevo Campeonato de Liga. Sera el 88º de una competición que gobierna el Real Madrid con 33 títulos y 23 subcampeonatos desde aquel lejano 10 de Febrero de 1929, cuando el colegiado Hernández Areces dio el pitido inicia, en un Chamartín con media entrada, a la primera jornada de Liga de la historia para el club blanco.

Tras la aprobación del profesionalismo en junio de 1926 (hasta aquel entonces en España se consideraba el fútbol como un deporte amateur) los clubes empezaron a buscar y pensar nuevas fórmulas para poder pagar los traspasos y salarios que antes hacían de manera encubierta. El querer tener a los mejores jugadores obligaba a la búsqueda de dinero que pudiera hacerl convincentes las ofertas para que los futbolistas se mostraran prestos a cambiar de ciudad, en unos tiempos en los cuales un jugador tenía que tener garantizado además un porvenir laboral tras acabar su etapa deportiva. La principal competición oficial en aquellos años era el Campeonato de España, la conocida como Copa del Rey, pero a ella sólo llegaban aquellos que salían campeones en los torneos regionales. Así pues, muchas veces la temporada y las posibilidades de más ingresos de taquilla se jugaban en apenas seis-ocho jornadas de dicho campeonato local. La única opción viable para hacer rentable el fútbol era una competición abierta a más equipos, similar a lo que se jugaba en Inglaterra desde hacia bastantes años y que permitía a los clubes recaudar más.

Si revisamos la temporada 26-27, el Campeonato Regional Centro de Primera División, donde estaba encuadrado el Madrid, se jugó entre cinco equipos en una cuádruple vuelta en formato liga, para poder jugar cada uno 16 partidos. Los dos primeros, Real Madrid y Athletic de Madrid, pasaron a la Copa donde el Madrid llego a semifinales cayendo a partido único en Zaragoza ante el Real Unión. Ademas de estas dos competiciones oficiales, el Madrid también disputó aquella temporada una veintena de amistosos visitando otras provincias españolas o recibiendo a conjuntos europeos en Chamartín, caso del Fürth alemán o el Motherwell escoces.

El reloj y el marcador del Viejo Chamartín.

Los clubes lo tenían claro y le daban vueltas a la idea de enfrentar a los mejores equipos del país en una competición más larga y que ofreciera nuevos partidos que serían del interés de un publico que podría acudir en mayor cantidad a los estadios, y por ende reportar más ingresos por taquilla tanto en entradas como en cuotas de socio. La gestación del nuevo campeonato fue larga y trufada de reuniones y problemas. Tanto es así que acabaron surgiendo dos campeonatos. Por un lado surgieron los clubes llamados ‘Minimalistas’, que querían una competición cerrada solo a los vencedores en alguna edición del Campeonato de Copa hasta aquel entonces (Athletic Club, Real Madrid, Real Sociedad, Barcelona, Real Union y Arenas Club) y por otro lado los llamados ‘Maximalistas’, que eran aquellos que no habían alcanzado el titulo copero pero sí los campeonatos regionales (Español, Athletic de Madrid, Sporting, Sevilla y Valencia entre otros) Al no llegar a ningún acuerdo, cada asociación tiró por su camino y los primeros jugaron el llamado Torneo de Campeones mientras que los segundos hicieron una Liga Profesional.

Ambos torneos se simultanearon en la temporada 27-28 y fue un caos, debido en parte a que se jugaron entre medias de amistosos, partidos de los campeonatos regionales y el torneo de Copa. Había partidos que se aplazaban, otros que no llegaron a jugarse o incluso se usaban los partidos para probar jugadores, caso del Madrid que usó determinados partidos para probar a jugadores del Levante y por lo cual el Madrid renunciaba a los puntos en litigio.

Hernández Coronado, el representante madridista en las reuniones que sirvieron para crear la Liga española.

El objetivo seguía estando claro para todos los clubes y federaciones regionales, por lo cual volvieron a reunirse. Unas veces con más discusiones, otras con menos, pero poco a poco se iba dando forma durante el verano y el otoño de 1928 a la nueva competición. Se pensó en crear el llamado Campeonato Nacional de Liga con varias categorías. Una Primera División de 10 equipos con los seis Campeones de Copa hasta el momento y los tres subcampeones de la historia, lo que hacia a Arenas de Guecho, Athletic de Bilbao, Athletic de Madrid, Barcelona, Español, CD Europa, Real Madrid, Real Sociedad y Real Unión ser los equipos que la jugarían. Aun así, con la incorporación a esta Primera División de tres de los llamados equipos maximalistas, mientras que el resto caían a una Segunda División con ascensos, parecía que se podían calmar la mayoría de las reclamaciones. Pero sin embargo surgió el problema del Celta. Los vigueses, y con razón, decían que la Real Sociedad como tal no era Campeón de Copa, aunque sí el Club Ciclista de San Sebastián antecesor de la Real, y sin embargo no hacían lo mismo con el Celta y su predecesor, el Real Fortuna de Vigo que había sido subcampeon, por lo que si uno entraba en la Primera División el otro también debía entrar.

El problema es que si se atendía la petición del Celta, la décima plaza de la categoría ya quedaría cubierta y cerraba la idea de que para ellan lucharan en un torneo el resto de equipos que iban a jugar el primer año en Segunda. Pero no se le dió la razón al Celta y todo siguió su curso. A finales de noviembre llegaba la confirmación de la creación del Torneo de Liga en la Asamblea Extraordinaria de la Federación. Las eliminatorias para dilucidar el décimo equipo se jugaron entre diciembre de 1928 y febrero de 1929, obteniendo la plaza el Racing de Santander.

Mientras, las reuniones no paraban el fútbol y al mismo tiempo que se gestaba el campeonato, se jugaba la Copa del Rey. En ella el Madrid llegó a la final, tras derrotar al Oviedo, Logroño, Racing Madrid y el Athletic de Bilbao, donde en la famosa final del agua de Valencia el Madrid caía derrotado por el Español 2-1. Apenas seis días después, justo tras el luto por el deceso de la Reina Maria Cristina, madre de Alfonso XIII, daba comienzo el primer campeonato de Liga. El Madrid acumuló bajas de la final de Valencia, tanto Gaspar Rubio como Monchin Triana habían sido expulsados, por lo cual José Quirante, entrenador blanco, tuvo que recomponer la delantera.

El quinto gol de Lazcano.

El CD Europa, hoy en día en Tercera División, fue el rival que el sorteo deparó para abrir junto al Madrid la jornada inicial. En un Chamartin con menos publico del habitual, se vio una primera parte con mas pena que gloria en la cual los blancos, presos de los cambios, no conseguían acoplarse e intimidar la portería rival. Sin embargo todo esto cambió en la segunda parte, cuando el quinteto delantero de Madrid alteró su colocación en el campo. El Europa se vio sobrepasado y apenas 10 minutos después de la reanudación, Lazcano ubicaba el 2-0 en el marcador con sendos goles de cabeza a pases de Lope Peña y Del Campo, respectivamente. El dominio madridista se impone a partir de ese momento Morera y nuevamente dos veces Lazcano ponen el 5-0 en el marcador final, colocando al Real Madrid como primer lider liguero y a Lazcano, con cuatro tantos, como el primer goleador. Los Vidal, Urquizu, Quesada, Morera, Jose Maria Peña, Lope Peña, Esparza, Prats, Del Campo, Lopez y Lazcano serian los once jugadores que quedarían para la historia como el once madridista, antecesores de los que jugaran el 19 de Agosto en este nuevo intento madridistas por coronarse como Campones del Campeonato Nacional de Liga de Primera División.

El delantero navarro Jaime Lazcano.

 

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.