Isco adelantó al Real Madrid, pero justo a partir de ese momento, el equipo blanco decidió independizarse de LaLiga, con sólo diez jornadas disputadas. Eso fue la temporada pasada, a finales de octubre, cuando el conjunto por aquel entonces dirigido por Zinedine Zidane perdió 2-1 ante el Girona y se colocaba a ocho puntos del liderato. Hoy, con Lopetegui a los mandos, el Real Madrid vuelve a Montilivi, en un examen crucial para un equipo asediado por la crítica por primera vez en casi una década. Y lo hará con Isco como titular, pese al regreso de Modric.
Isco como faro espiritual de este proyecto de Lopetegui, con lo que le costó encontrar acomodo en el de Zidane. El malagueño es incuestionable en los esquemas del ex seleccionador español y hoy jugará en la posición que más le gusta, tiradito a la izquierda pero con la libertad de movimientos que permite el 4-3-3, intercambiando posiciones con Benzema y Bale.
Parece que jugará Courtois, lo que deja en una situación realmente incómoda a Keylor Navas, el portero que duerme con tres Champions bajo la almohada. Por ahí pasa otro de los focos de atención del prepartido. Por lo demás, el Madrid está como siempre: obligado a ganar todos y cada uno de los partidos que disputa. Un acarajotamiento como el sufrido la temporada pasada en este estadio y LaLiga puede comenzar a ponerse cuesta arriba demasiado pronto.
En cualquier caso, el Girona es menos fiero también esta temporada que la pasada, y más que puede serlo si al final hoy no juega Portu, del que dicen que puede irse al Sevilla en esta última semana de mercado. El equipo perdió a su entrenador, Machín, y a su jugador más destacado, Maffeo, pero más allá de eso, el problema es su estadio: no gana en Montilivi desde el 9 de marzo, un 2-0 al Deportivo. Desde entonces, cuatro derrotas (Betis, Espanyol, Eibar y Valencia) y un empate (la semana pasada ante el Valladolid, 0-0). PAra ganar LaLiga hay que pescar, y hoy hace un día perfecto para ello.
