El Real Madrid Castilla arrancó la temporada disputando los encuentros los domingos por la mañana en el horario familiar por excelencia. La llegada de Vinicius al Real Madrid y su adaptación a la Casa Blanca en el Castilla reavivó el interés de muchos aficionados por los Cachorros, moviendo una masa de 2.000 aficionados que querían seguir en vivo la progresión de la nueva perla brasileña blanca. El horario dominical se mantuvo durante dos jornadas como locales hasta el encuentro ante el Navalcarnero; la necesidad de viajar a Rusia para jugar la Youth League en martes y el derbi de los mayores ante el Atlético de Madrid obligó a colocar el partido de los Cachorros el sábado, en horario tempranero y sin Vinicius, lo que afectó al número de aficionados, pasando de 2.050 a 960. Menos de la mitad que con el brasileño en el once… y eso que el rival era de la comarca madrileña.
Ante el Internacional de Madrid, sin Vinicius y sin motivo aparentemente justificado, el Real Madrid Castilla volverá al horario ‘Champions’ (llamado así por las sensaciones que sienten los cachorros merengues jugando de noche) con todos los alicientes que conlleva: el asolador frío de Valdebebas y la percepción de noche europea. Queda en el aire la incógnita de si el buen momento de Los Cachorros podrá frenar la sangría de aficionados que arrastra y acostumbra el Di Stéfano desde la implantación de la restricción de acceso al estadio solo para los socios.
