RM 1 – 2 LEV: Más madera para el ataúd

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Tres tiros a la madera, haciendo acopio para el ataúd del proyecto; por fin un gol válido, dos anulados, el VAR marcando un penalti en contra y tropecientas facilidades al adversario, un Levante que ganó 1-2 en el Bernabéu y deja a Lopetegui sujeto con una pestaña del alambre. La cosa ya pintaba fea antes del partido, pero tras él la cosa está más que oscura. Año de transición, seguro. Pero habrá que ver si es de transición o de movimientos sísmicos, porque esto no hay quien lo aguante.

El Madrid cuajó una primera parte que fue un auténtico despropósito. De enfadarse y mucho, porque casi todo se hizo mal y, lo poco que se hacía bien, se gafaba. Dos semanas preparando el partido en medio de los tambores de crisis y las dos primeras llegadas del Levante fueron dos goles, por dos errores infantiles de un Varane que ha comenzado la temporada como un alevín: en la primera no fue a despejar un balón y Morales fusiló a Courtois y, en la segunda, sacó la mano a paseo, el VAR detectó que era dentro del área y el penalti no lo desaprovechó Roger Martí.

Era el minuto 14 y el Madrid, que llevaba casi cinco partidos sin marcar un gol, tenía 76 minutos para marcar tres. Pero el equipo era una ruina. Modric está desaparecido, Isco llegaba tarde a todo, la defensa era un flan y Mariano, que peleaba todo, no acertaba a embocar nada. El barullo de Marcelo por la izquierda le sentó de maravilla al Madrid, pero a cambio Asensio volvió a ofrecer otro de esos partidos en los que no se sabe si todavía sigue en el Espanyol, porque nadie le vio. Bale y Benzema, a todo esto, estaban en el banquillo.

El Madrid trató de apretar, concediendo a cambio unos inmensos espacios que entre Morales y Roger no acertaron a volver a aprovechar, pero se estrelló con Oier, soberbio partido el suyo, y la madera, dos largueros tras paradón del meta levantinista, y un gol anulado por el VAR, todo lo que podía salir mal salía mal o incluso peor.

En la segunda parte Lopetegui, a quien parecía que ya le habían preparado el ajuar para la cama, echó toda la carne en el asador, menos a un Kroos que se fue sin jugar ni un minuto, cosas veredes. Pero el equipo, que salió efervescente tras el paso por vestuarios, se desinfló como si fuera gaseosa mezclada con vino (poco) peleón. El Levante volvió a controlar todo lo que pasaba en el campo, hasta que Marcelo, el mejor blanco sobre el césped, por fin rompió el récord negativo del Madrid, primer gol en 480 minutos de juego, el peor registro en los 116 años de historia del club.

Quedaban 18 minutos, una de esas que le gustan al Madrid, apoteosis, a por todas, la épica, milagros jugando mal. Y el equipo se fue a por todas parecía que a tumba abierta, aunque de nuevo las burbujas le duraron demasiado poco, un postazo de Benzema, gol bien anulado a Mariano por fuera de juego a tres del final, un mano a mano marrado por Morales y poco más. La derrota 100 de Madrid en Liga en casa deja a Lopetegui más que tocado. Por madera para los ataúdes no va a ser.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.