EIB 3 – 0 RM: Cucurella revienta el efecto Solari

Pésimo partido del Real Madrid en Ipurua, que vuelve a alejarle irremediablemente de la pelea por el titulo. Sin carácter, ganas ni fútbol, los blancos fueron pan comido para los de Mendilibar

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Se acabó el efecto Solari, curiosamente en el primer partido sin la L de conductor novel en la espalda. El argentino, entrenador plenipotenciario, se llevó un revolcón en Eibar de los que acostumbró a llevarse Lopetegui, con lo cual queda claro que la cosa no es de entrenador sino de proyecto y de plantilla. Marc Cucurella, un antiguo lateral izquierdo formado en La Masía que ahora se gana las habichuelas como media punta en el Eibar, destrozó a un patético Real Madrid en Ipurua.

Cucurella hizo absolutamente todo bien, pese a las limitaciones de un jugador que no servía para el Barça. Desde su posición de interior izquierda, aprovechó la nula presencia defensiva de Modric y las debilidades de Odriozola para reventar al Madrid desde su costado, en una orden precisa de un Mendilibar que se merendó a Solari a nivel táctico: primero percutiendo por donde no lo hace casi nadie, todos prefieren hacerlo por donde Marcelo; y segundo por la presión asfixiante de los armeros sobre Ceballos, medio centro en prueba por la ausencia de Casemiro y absolutamente desatendido para sacar el balón. Demasiado fácil para el Eibar.

El Madrid vio cómo el poste, previo desvío de Courtois, evitaba el primer gol local en un zurriagazo de Kike García, justo antes de que el colegiado anulara un tanto madridista por un fuera de juego de dos metros de Bale. Pero a partir de ahí, el Madrid no existió. El 1-0, VAR mediante, retrató a la zaga madridista, y el 2-0 y el 3-0, inmediatamente tras el descanso, fustigaron la apatía de un Madrid absolutamente irreconocible, como lo lleva siendo toda la temporada.

Pero la cuestión es que ya es, casi, diciembre. Van cuatro meses de temporada, la mitad, y no hay ni un solo jugador, salvo Benzema, que se haya acercado en algún momento a sus prestaciones de otros años, que ya de por sí eran terribles en Liga. La plantilla aparece envejecida, acomodada, en un declive que no amaina y que cada mes es peor, por imposible que parezca. ¿El carro? No saben ni dónde está, como para tirar de él. La Liga, si no lo estaba ya, está más que liquidada, y más vale que el equipo apriete los puños para intentar apurar sus opciones de entrar en Champions el próximo año porque eso, a estas alturas y visto lo visto, parece un absoluto milagro. Y ahora tocan Roma y Valencia. Glubs.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.