RM – VAL: Hoy juega el Madrid

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Hoy juega el Madrid, sí. A las 20:45 y contra el Valencia, en el Bernabéu. En una semana marcada por multitud de acontecimientos externos que han puesto el foco alejado del fútbol, conviene recordarlo. Entre el affaire Isco y el culebrón del River-Boca, nadie ha reparado en que esta primera noche de diciembre el equipo de Solari vive una final por el cuarto puesto final en Liga, que es a lo que ahora mismo realmente aspira: tener plaza Champions el próximo curso a toda costa, exactamente el mismo objetivo que persigue el equipo de Marcelino.

El Madrid, el mismo que viene de caer con estrépito ante el Eibar en el último partido liguero, regresa a la cama a cobijarse entre las sábanas después del tremendo esfuerzo que supuso levantarse en la oscuridad de la madrugada a por un vaso de agua en Roma, 45 minutos dando vueltas hasta que decidió ir a por él y pegarse un paseo de otros 45 minutos. De nuevo en la calidez y bajo el edredón liguero, habrá que ver si al niño de Solari le da por salir a hacer su trabajo o, por el contrario, sigue sesteando. Pero mientras se averigua aquello, la afición, anestesiada entre los palmeros a sueldo y las cortinas de humno, tiene que decidir si quere ser carne o pescado: si quiere ser la afición del Madrid de toda la vida o, por el contrario, ser meros aplaudidores sibwanísticos.

Esta semana, entre el debate Isco y el River-Boca, se ha pasado de puntillas por el desplome físico, mental y de juego del equipo. El malagueño entra en la convocatoria para jugar ante el Valencia pero lo normal sería que no jugara de inicio, y ya veríamos en la segunda parte. Isco se ha llevado ya alguna pitada del Bernabéu este curso (como casi todos, por otro lado) y tampoco ha estado especialmente mal en comparación con sus compañeros, pero es el chivo expiatorio sobre el campo mientras otros se van de rositas. La indefensión de Isco, sin que el club mueva una ceja por él, deja claro que está señalado desde arriba. Es lo que hay.

Mientras, el debate sobre el River-Boca ha servido, con la colaboración inestimable de los vendeburras habituales, de cortina de humo. Una semana tachada en el calendario tras un 3-0 en contra en un campo ante un rival infinitamente inferior (en lo presupuestario y en el palmarés, que no en el resto). Ahora toca la semana del puente de diciembre, luego la del mundialito, más tarde la de las comidas de Navidad, llega el parón y adiós muy buenas hasta 2019, misión cumplida. Curiosamente, los que en las ruedas de Prensa braman como diciendo que no se pregunta de fútbol no tienen nada que decir porque el club fomente que no se hable de fútbol durante la semana. Todo muy consencuente, sí.

En fin, que hoy juega el Madrid. Que el mayor miedo de cualquier madridista sensato es saber si su equipo saldrá al campo y le darán ganas de apagar la tele en el descanso o si, por el contrario, demostrará algo de vergüenza torera y el perder la tarde-noche libre del sábado viéndoles habrá merecido la pena. Sólo depende de ellos.