Sin perder de vista el aspecto formativo, el Castilla aspira a grandes cosas esta temporada con el objetivo del ascenso en mente. El equipo dirigido por Manolo Díaz llega al parón navideño a un solo punto del liderato, y gran parte de esta buena clasificación se debe a los grandes números obtenidos como local. El equipo blanco suma siete victorias, un empate y una derrota en su feudo: unos números que se traducen en 22 puntos y que no se registraban desde la temporada 2004-2005 en la que el equipo ascendió a Segunda División.
En las dos mejores temporadas recientes en Segunda División B, el Castilla terminó la fase regular como primero de grupo. La más destacada fue la campaña 2011-2012 en la que el filial, entrenado por Alberto Toril sumó 78 puntos, y a estas alturas de campeonato sumaba seis victorias, dos empates, y una derrota. Todo ello suponía un total de 20 puntos de 27 posibles en el Alfredo di Stéfano.
La temporada 2015-2016, con Zinedine Zidane y Luis Miguel Ramis a los mandos, el equipo terminó como líder dentro del grupo, aunque no se logró conseguir el ascenso. Los Cachorros acumularon seis victorias y tres empates, es decir, 21 puntos en el fortín de Valdebebas.
Para encontrar los mismos números, hay que retroceder a la temporada 2004-2005, en la que el filial blanco ascendió a Segunda División. El equipo no solo logró los mismos: 22 puntos que esta campaña como local, además lo logró con el mismo reparto: siete victorias, un empate y una derrota. Aunque con una peculiaridad: dichos números no se obtuvieron en el Estadio Alfredo di Stéfano que fue inaugurado de manera posterior.