VIL 2 – 2 RM: Solari enfanga al Madrid

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Solari no es Solksjaer, no. El noruego cogió al United en crisis y lo ha relanzado y el argentino no sólo no ha mejorado el juego del Madrid, sino que cada vez juega peor, aunque duela decirlo. Los blancos empataron 2-2 en Villarreal tras una infame segunda parte, en la que los cambios del argentino terminaron por descomponer a un Madrid amarrete que, en cuanto se vio en ventaja, trató de protegerla como si fuera un equipo menor. Así que como un equipo menor le empataron y se va como vino: mirando el liderato con catalejo.

Los únicos que no se enteraron de que el mejor jugador del Villarreal era el 30, ese chavalín nigeriano de nombre corriente, Samuel, y un apellido como para decirlo comiendo polvorones, Chukwueze, fueron los jugadores del Madrid, es de suponer que porque en el cuerpo técnico nadie les advirtió. En apenas tres minutos y medio, a Samu le dio tiempo a probar los reflejos de un Courtois que sacó con la rodilla derecha un remate del jugador del Submarino y a darle una maravillosa asistencia a Cazorla que el ex del Arsenal colocó con sutileza en la red del meta belga. El campeón del mundo comenzaba su andadura con su nuevo parche con un gol en contra en 215 segundos.

Pero el tanto espoleó al Madrid, agobiadísimo de salida, hasta el 1-0 no entró en campo del Villarreal con el balón controlado ante la presión amarilla. Benzema volvió a demostrar que es, de largo, el mejor jugador del Madrid esta temporada, aunque la gasolina le duró hasta el descanso. El galo comenzó a repartir juego y, cuando no lo repartía, remataba la jugada. Un gran centro de Lucas Vázquez desde la derecha lo cabeceó a la red Karim, empatando apenas dos minutos tras el gol local. Y el Villarreal ahí se desmadejó, porque no es el que era otras temporadas.

Su déficit terrible en el eje del centro del campo le obliga a jugar siempre bien al pelotazo, bien por los costados, porque el centro es un erial. Y sin opositores, Kroos y Modric viven mucho más plácidamente y parecen futbolistas y no paseantes, que fue lo que les pasó en el segundo tiempo. El Madrid comenzó a controlar el juego de manera abusiva y un remate de cabeza de Varane tras córner a favor del Madrid puso en ventaja a los blancos, 1-2, en el minuto 20.

Pero a partir de ahí, el Madrid desapareció. Perdió el control del balón, perdió el tempo del partido, dejó de achuchar a Asenjo, refugiado defendiendo el resultado como un equipo menor… Y aunque Courtois no sufría, salvo en las acometidas de Samu Chukwueze, el partido se inclinó del lado local. Para colmo de males, Bale se lesionó en un salto sin que pareciera que hubiera ningún golpe y se quitó de en medio para la segunda parte, pese a que por su banda tenía a un chollo llamado Layún. Otro partido del galés más gris que el plomizo cielo de Cardiff.

La segunda parte, con Isco en el campo por Bale, tuvo muy mala pinta desde el principio, Modric y Kroos absolutamente caricaturizados, pero el Villarreal, que controlaba todos los resortes del partido, no acertaba a rematar sus jugadas, así que Courtois vivía tranquilo, salvo en un remate lejano de Gerard Moreno que se fue cerca de su poste derecho. Lucas Vázquez marró el 1-3 por no darle el pase a Benzema y jugársela en solitario, y el Villarreal decidió entonces ir a por el partido con todo, toda la leña ofensiva al campo buscando el remate que no llegaba mientras el Madrid seguía atolondrado, más aún con la entrada de Valverde, pegamento para el centro del campo para seguir defendiendo el resultado en una decisión de Solari que enfangó a su equipo y mandó un mensaje ramplón: juega a no perder. El campeón del mundo, sí.

El Madrid pese a todo tuvo un ramalazo de orgullo, dos minutos de jugada sobando el balón con criterio, pero un clamoroso error defensivo permitió a Cazorla, de cabeza, hacer el 2-2 y dejar a los de Solari, que se encargó de desmadejar al equipo con su falta de cintura táctica, en el mismo barrizal en el que había terminado 2018. Un barrizal del que no parece que vaya a sacar al equipo el argentino.

 

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.