El partido entrañaba poco peligro sobre el papel pero el Leganés fue superior al Real Madrid y supo generar miedo a los blancos -hoy oscuros- que cayeron en Butarque, un fortín inexpugnable, gracias al solitario gol de Braithwaite. El equipo dirigido por Solari, con Isco titular, tiró de oficio y a base de sufrir logró clasificarse para cuartos de final sustentado por un gran Keylor Navas.
La noticia principal previa al arranque del encuentro fue la titularidad del Isco. El malagueño recibía de su entrenador la oportunidad para reivindicarse de las supuestas dudas que existen sobre su rendimiento. Una idea sobre el papel atractiva pues situaría a, al menos, un jugador deseoso de comerse el campo provocando un ánimo que se contagiaría al resto. Pero la idea sobre el papel fue diferente e Isco, habilidoso en el pase, no mostró un gran entusiasmo y el Real Madrid se mostró muy apático. El plan no salió bien. Mauricio Pellegrino planteó un partido similar al de ida con nuevamente cinco defensores.
El Real Madrid inició muy dormido el encuentro, y la preocupación comenzó a recorrer a todos los seguidores del equipo blanco. Hasta en tres ocasiones avisó el Leganés, una de ellas un remate al palo, hasta que llegó el gol de Braithwaite tras una contra en la que Isco pudo marcar el tanto de la tranquilidad. Una jugada que hacía saltar las alarmas.
Santiago Solari cambió el once cambiando a Reguilón por Ceballos. El argentino buscaba ganar presencia en el centro del campo, y además corregir un doble lateral que no estaba funcionando correctamente. El cambio funcionó, y sin grandes alardes, el Real Madrid ganó cierta presencia en el terreno de juego y comenzando a controlar el partido, aunque mostrando dudas serias en defensa. Keylor Navas que realizó buenas intervenciones en el primer acto, se convirtió en espectador de casi todo este segundo tiempo. El problema fue la falta de fluidez en cuanto al juego, aunque Vinicius llegó a ver a Cuellar.
Los minutos finales, como suele pasar en este escenario, se volvieron muy complicados. Dos errores consecutivos de Casemiro propiciaron jugadas de muchísimo peligro, pero el Real Madrid volvió a salvarse. Vinicius mientras tanto sustentaba al equipo madridista a base de contragolpes. Brahim Díaz pudo estrenarse como goleador al filo del final tiempo pero se encontró con el palo. El partido no murió ahí y el Real Madrid con sufrimiento, gracias a las últimas intervenciones de Keylor Navas, está en cuartos.
