El Madrid se rehizo después de un pésimo primer cuarto y logró darle la vuelta al partido gracias a Llull y a Carroll ante un combativo Fuenlabrada. Popovic fue el mejor de los visitantes. Muy irregular el juego de los de Laso, quizá un poco confiados ante el oponente que le pudo haber ocasionado un disgusto.
Pablo Laso, igual que muchos de los aficionados blancos que acudieron al WiZink Center, no se lo podía creer. El Real Madrid estaba siete abajo frente al Montakit Fuenlabrada y no daba síntomas de estar para nadie. El técnico paró el partido, tratando de detener la hemorragia y su fórmula, aunque tardó un rato, acabó surtiendo efecto.
«No es una canasta, no pasa nada. Facu, tienes un balón, pérdida. Fabián, penetración, pérdida. No pasa nada. Y no pasa nada, que perdemos por siete en el primer cuarto», arrancó su reprimenda Laso. «¿Hay alguno que puede dar un corte cuando el balón va interior? Pediros algo. Pediros una Cola Cola, o unas palomitas…», añadió el técnico ante la pasividad de sus jugadores en ese primer asalto.
El Madrid acabó el primer parcial con un sonrojante 12-27 que parecía casi irreparable. Pero la respuesta de los jugadores blancos a esos 15 puntos abajo fue un sonoro 31-13, con el que se marcharon al vestuario por delante en el marcador.
Apenas hubo algún despiste más, tal vez porque nadie quería volver a llevarse la bronca de Laso. Por lo que fuera, el Real Madrid acabó ganando el partido (89-79). «Ha habido dos partidos, el primero ha acabado 12-27 y el segundo 77-52», subrayó ya al final del duelo.
«Nuestro primer cuarto ha sido muy malo, fallando cosas fáciles, no bajando a defender. Ellos además han tenido acierto, Luego hemos sido capaces de cambiar el ‘chip’. No hemos tenido un partido brillante porque el inicio marca mucho, pero si luego sacas 25 puntos de ventaja es que algo has hecho bien», finalizó Laso.
Fuente: El Mundo