Pudo ser un naufragio en toda regla, pero se quedó en unas gafas, en un 0-0 casi milagroso, porque entre Luca y la madera, hasta tres disparos locales se estrellaron contra los postes y el larguero, el Castilla logró mantenerse a flote en su visita al Fuenlabrada (0-0). Era un segundo contra tercero antes de empezar el partido, que acabó con un tercero contra quinto. Un empate que no satisface a nadie, pero que tampoco les resulta excesivamente molesto.
El Fuenlabrada llevó desde el inicio el peso del partido. En el minuto cuatro, Cedric tropezó su primer remate contra un poste, y el segundo lo salvó Luca Zidane con una parada de mérito. El meta francés ha recuperado el pulso a la vez que su padre regresa al banquillo del primer equipo, parece. Porque fue de largo el mejor Cachorro sobre el campo, en un partido en el que los de Manolo Díaz intentaron sedar el vertiginoso juego de los locales con un fútbol pausado y sólo lo consiguieron a veces, demasiado pocas: Biel fue un mero espectador del encuentro salvo en un mano a mano ante Dani Gómez que el de Alcorcón desperdició al dejarse el balón atrás.
La ausencia de Jaume Grau se notó, y mucho, en el juego del Castilla. Sin el sacrificio defensivo del valenciano, Manolo Díaz apostó por dos laterales más defensivos, Dani Fernández por derecha y Zabarte por izquierda, para evitar sustos. Pero no había manera. Los locales llegaban como querían sobre todo por su banda derecha, con centros peligrosísimos que entre Luca y la falta de puntería local se iban desperdiciando. Un tremendo paradón de Luca Zidane a remate de Randy al filo del descanso mantenía con vida a los Cachorros.
Con Cristo desconectado, el Castilla siguió viviendo sobre el alambre el segundo tiempo, encerrado en su área. Al menos, entre Manu Hernando y Javi Sánchez se encargaron de despejar casi todo el caudal ofensivo de los fuenlabreños, que con Cedric y Randy atados en corto son menos fieros. Cristo, sin Dani sobre el campo, encontró por fin sentido a su partido en el tramo final, pero quedaba demasiado poco y el Castilla tuvo que encomendarse a Santa Madera en el descuento, tercer poste o larguero del Fuenla en el partido, para marcharse con un punto de vuelta a Valdebebas que, visto lo visto, sabe a gloria.
