LEG 1 – 1 RM: La Hermandad del Enésimo Coñazo

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Fue otro petardazo, y ya se ha perdido la cuenta. El Real Madrid, mutado durante esta temporada en la Hermandad del Enésimo Coñazo, no pudo pasar del empate (1-1) en su visita al Leganés, en otro partido gris plomizo disfrazado de rojo coral del que sólo se salvaron un par de chispazo de Karim Benzema, entre ellos el gol blanco, y otro par de detallitos de Luka Modric, ahí cabe el pase, que no asistencia, que originó el tanto madridista. Lo demás, una nueva cefalea en una temporada infumable.

Infumable fue absolutamente todo. Desde la insistencia de Zidane por seguir empeñado en probar «para la próxima tempodada» a tipos que están más vistos que el TBO y absolutamente de vuelta de todo mientras los que deben ganarse el puesto, caso de Reguilón, Brahim o Mariano, ni siquiera se vestían de corto. Comienza ya a resultar enternecedora la insistencia de Zizou con Valverde, que de momento no ha mostrado nada que le haga parecer especial. Sí, no es mal futbolista, pero no hay nada que justifique, hasta ahora, su permanencia en la plantilla.

Volvamos a lo de infumable. Partido sin nada en juego, un lunes, a horas estrafalarias, con la Catedral de Nuestra Señora de París ardiendo y acaparando el foco informativo, con media humanidad pendiente de poder ver al regreso del trabajo el episodio pendiente de Juego de Tronos… Si Leganés y Real Madrid hubieran decidido jugarse el partido a los chinos, casi mejor. Porque además, para ver a los blancos jugar a lo que llevan jugando toda la temporada, a amasar la posesión como quien amasa relleno para croquetas (70% de posesión para sólo seis remates entre los tres palos durante el partido, dos en la jugada del gol) con ninguna ambición, con cero pasión y, lo que es peor, con cero fútbol, cero imaginación y cero velocidad. Así, claro, salen partidos malos como churros.

Al menos el Madrid fue fiel a algo, a que con nada el rival le haga un gol: lo marcó Jonathan Silva, un golazo, así que al menos los de Zidane seguirán saliendo en los resúmenes televisivos. Fue casi al final de un primer tiempo en el que los aún vigentes tricampeones de Europa dieron lástima. En la segunda parte, al menos, sí hubo un par de jugadas que hicieron despertar la nostalgia. Porque para colmo la Hermandad del Enésimo Coñazo procesiona en Silencio… Nadie levanta la voz, nadie protesta, nadie se rebela contra un futuro que luce más negro que la axila de un grillo. Jugando así conviene no descuidarse: hay diez puntos de ventaja con el quinto en la tabla, el Getafe, y quedan aún 18 en disputa. Porque dando tanta pena como últimamente, hasta la clasificación para Champions no parece tan sencilla como debiera. Congratúlense: queda un partido menos para que acabe este soberano bodrio. A ver si es pronto.