RAY 1 – 0 RM: Churrasco en colorao

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Otro partido infame más, por no perder la costumbre esta temporada. Derrota sin paliativos, en todo caso porque el penalti que mandó al rinchi al Real Madrid ante el Rayo pudo serlo o no serlo, según el VAR con el que se mire. Porque sí, los de Jémez ganaron 1-0 al aún vigente tricampeón de Europa, da hasta pena recordarlo. Fue un churrasco en colorao, porque el Rayo, que hacía 17 años que no ganaba al vecino fortachón de La Castellana, fulminó a esos tipos vestidos de coral que no necesitaban nada para seguir ganando cosas, decían. Al menos da la sensación desde fuera de que la carne ha quedado crocante, cric, crac.

Fue, decíamos, otro partido patético del Real Madrid. Sin ganas, sin intensidad, sin nada que ofrecer. Como esos magos que te enseñan las manos diciendo lo de «nada por aquí y nada por allá». Si hay que hacer una revolución, que sea total: hay que cambiar hasta los rollos de papel higiénico de los baños del Bernabéu, nuevo o viejo. Porque lo que se vio en Vallecas es de esas cosas que no se pueden aguantar, por más que no haya sido mas que un nuevo episodio del tremendo descalabro que ha sido esta temporada, mientras el presidente sigue escondido en su gruta como hace siempre que el equipo palma. Cuando gana habla hasta con Radio Taxi, por supuesto.

Zidane sigue sin ganar fuera de casa, en esta pretemporada inútil en la que el Madrid lo único que está consiguiendo es romper en mil pedazos la leyenda de un entrenador que se fue con ella impoluta y ahora comienza a mostrar síntomas de fatiga. La única buena noticia del Madrid fueron los minutos de Brahim, otra vez un chico que por su descaro y atrevimiento se aparece como lo más ilusionante del curso, como sucedió con Vinicius. Dos chicos, aún con mucho aprendizaje que llevar a cabo, tirando del carro mientras los que debían ser los mulos de carga no pueden ni con una pluma. Patético el partido de Modric, que por esas cosas que pasan se ha ido salvando de las críticas tras una temporada horrorosa.

Desde el principio el Rayo fue superior. Sí, se jugaba la vida y se notó, más aún ante los paseantes corales. El Madrid, curiosamente, le ganó la posesión al Rayo de Jémez, pero nada más. Tener el balón sin saber qué hacer con él, especialidad de la casa. Sí, ganó el Rayo. Tal vez de un penalti injusto, pero ganó y mereció hacerlo. Que se acabe esto, por mucho que en la barbacoa sirvan churrasco en colorao. Si esto fuera de verdad un casting, la productora cortaba el programa con el piloto. Menudo desastre.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.